El Govern presidido por Pere Aragonès se sitúa a un paso del aprobado, con un 4,85, si bien más de la mitad de los catalanes avala su gestión. Ésta es una de las principales conclusiones de la Encuesta de Valoración del Govern de la Generalitat  que ha presentado este jueves el Centre de Estudis d'Opinió (CEO), el equivalente catalán al CIS.

El estudio -el primero desde que el politólogo Jordi Muñoz dirige el organismo- también muestra cómo para la mayoría de la población la prioridad de la Generalitat debe ser "gestionar los servicios públicos que son competencia suya", por delante de "mirar de resolver el problema político entre Catalunya y España".

Además, el documento constata una valoración positiva de los principales servicios públicos catalanes, otorga una aprobación alta a las medidas que se han ejecutado para afrontar la pandemia de covid-19 y expone cómo los catalanes valoran peor la actuación del Gobierno español que la de la Generalitat.

La encuesta, que es el resultado de 1.500 entrevistas realizadas entre el 25 de noviembre y el 15 de diciembre del pasado año, refleja, sin embargo, las profundas diferencias de opinión entre los votantes de los diversos partidos con presencia en el Parlament. De entrada, el 4,85 que obtiene el Govern presidido por Aragonès es la mejor valoración de un ejecutivo de la Generalitat desde 2016 -en 2020, la nota era de 4,78, y en 2019, apenas 4,46-, pero más de la mitad de los catalanes -el 62,5%- aprueba su gestión. Si los dividimos entre partidos, el Govern supera el 5 entre los votantes de los dos socios del Govern (5,85 entre los de ERC, y 5,28 en los Junts) y los de En Comú Podem (5,25), mientras que suspende entre los de PSC (4,61), la CUP (4,25) y, más claramente, Cs (3,67) y PP (2,75).

Donde hay mayor coincidencia es que la prioridad de la Generalitat debe ser gestionar los servicios públicos de su competencia (59,5%), mientras que el 37,5% considera que la primera cuestión debería ser intentar resolver el conflicto político con el Estado. De hecho, los votantes de todos los partidos sitúan como prioridad la gestión de los servicios públicos, con la única excepción de los de Junts per Catalunya, que se decantan mayoritariamente (61,2%) por situar como prioridad la resolución del conflicto.

En cuanto al Gobierno español, también la mayoría de los catalanes aprueba su gestión, si bien la puntuación media es del 4,41, sensiblemente menor que la de la Generalitat. En este caso, sólo aprueban su actuación los votantes del PSC (5,82) y los de En Comú Podem (5,67), las dos formaciones que participan en el ejecutivo presidido por Pedro Sánchez.

Aval a las medidas para afrontar la covid

Las áreas de acción del Govern mejor valoradas por los catalanes son la promoción de la igualdad de género y la lucha contra discriminaciones (6,32), la enseñanza pública (6,00) y el transporte público (5,87), mientras que la peor puntuación la encontramos en vivienda (4,26), la lucha contra el paro y la temporalidad de los contratos (4,39) y la administración de Justicia (4,71). En sanidad la nota es de 5,62, la mejor de los últimos cinco años y claramente por encima del 5,38 de 2020, el primer año pandémico.

La encuesta también entra más al detalle en la actuación de la Generalitat en relación con la covid-19 y en este ámbito la valoración es especialmente positiva, sobre todo en lo que se refiere al proceso de vacunación (7,69) o la atención sanitaria en los hospitales (6,49), mientras que no lo es tanto en la atención en los CAP (5,61).

Asimismo, casi dos de cada tres encuestados (63,6%) considera que las medidas y restricciones tomadas por la Generalitat para afrontar la pandemia son "adecuadas", mientras que el 26,8% las considera "insuficientes" y el 8, 3% opina lo contrario, que son "excesivas". Destaca que el 40,1% de los votantes de Vox opina justo que las medidas son excesivas, el mismo volumen de votantes del partido de extrema derecha que las considera adecuadas.

Por último, casi la mitad de los catalanes (48,2%) defiende que no se toquen los impuestos para mantener los actuales servicios públicos, mientras que el 36,1% está dispuesto a pagar más por mejorarlos y el 8,6% quiere rebajas de impuestos, aunque impliquen empeorar los servicios. Sólo los votantes de la CUP como los de En Comú Podem son mayoritariamente partidarios de subir impuestos para mejorar las prestaciones de los servicios públicos, mientras que los de Vox son los que más defienden rebajar los tributos.