Este artículo se publicó hace 3 años.
De Meloni a Olona: así manosea el feminismo la extrema derecha
La académica británica Sara R. Farris estableció el término feminacionalismo para explicar la instrumentalización del discurso feminista para promover mensajes nacionalistas, ultraconservadores, racistas y xenófobos.

-Actualizado a
El 23 de junio de 2020 supuso un punto de inflexión para Macarena Olona. No era consciente, pero estaba pronunciando su discurso más trascendental: "¡El hombre no mata, mata un asesino! ¡El hombre no viola, viola un violador!". Dos años después, la exdiputada ultraderechista ha creado una fundación y emprendido un camino político sobre la única base de este late motiv con el que aspira a conquistar el voto de las mujeres. En realidad, Olona no está haciendo otra cosa que intentar exportar a España la fórmula ganadora de Giorgia Meloni en Italia. Y tiene nombre.
La politóloga y académica británica Sara R. Farris estableció el término feminacionalismo para explicar esta táctica electoral: la instrumentalización del discurso feminista para promover mensajes nacionalistas, ultraconservadores, racistas y xenófobos. En su obra En nombre de los derechos de las mujeres. El auge del feminacionalismo, R. Farris se refiere a "la apelación contemporánea al feminismo para promover la antinmigración y la islamofobia dentro de un marco cada vez más nacionalista".
R. Farris no se centra en España, pero sí en Italia. La autora considera que ha sido "uno de los primeros laboratorios europeos para la convergencia de la derecha nacionalista, las políticas neoliberales y las feministas y femócratas antiislam". Publicó su obra en 2017. En 2022 la ultraderechista Giorgia Meloni se ha convertido en la presidenta de Italia y una de sus primeras decisiones ha sido exigir que la llamen "presidente del Consejo de Ministros". Una provocación y un mensaje claro: los valores y posiciones tradicionales son inamovibles.
Y si Olona tuvo su discurso decisivo, Meloni también, aunque lo reconociese a posteriori como un error. ''Sí a la familia natural, no a los lobbies LGTB; sí a la identidad sexual, no a la ideología de género'', dijo en el acto final de campaña de Vox en Andalucía. El público, animado por Santiago Abascal y la cúpula del partido, rompió exaltado en aplausos. Olona tomó nota y, fuera de Vox, quiere hacer solamente suyo ese mensaje.
En pleno proceso de reconstrucción de su figura política, la exdirigente de la extrema derecha mantiene un tono y un discurso más medido, pero hace solo cinco meses Olona hacía campaña electoral subida a lomos de un mensaje xenófobo y racista que vinculaba inmigración y delitos sexuales.
En una de sus última intervenciones en el Congreso de los Diputados, Olona aseguró que cada vez había en España una "mayor inseguridad" para "mujeres y homosexuales" como consecuencia de una "irresponsable política migratoria de puertas abiertas". Menos de un mes después de llegar al poder en Italia, Meloni ha devuelto al país a la línea más dura contra la inmigración bloqueando la entrada de cuatro barcos humanitarios con 846 personas dentro.
Las voces de Olona y Meloni suenan parecido y no están solas. R. Farris, con la que Público ha hablado para este reportaje, señala a través de su obra que "la apelación a la igualdad de género por parte de los partidos nacionalistas, neoliberales y emócratas en formas que intensifican la xenofobia también surge de intereses económicos muy concretos".
Financiación ultracatólica
En este sentido, el informe La Punta del Iceberg. Financiadores religiosos extremistas contra los derechos sexuales y reproductivos, publicado en 2021 por el Foro Parlamentario Europeo sobre Derechos Sexuales y Reproductivos (EPF), señaló como un conglomerado de fundaciones y ONG ultracatólicas estaban detrás de la agenda política contra las leyes en materia de derechos sexuales y reproductivos o LGTBI.
El informe se refiere a "agentes antigénero" de todo el mundo que han invertido hasta 707,2 millones de dólares para poner freno a los avances feministas, sexuales y reproductivos. En España identificaron a la asociación HazteOír. Este lobby ultraconsevador era hasta hace poco un ferviente defensor de Vox, pero ahora prefiere a Olona. Su responsable, Ignacio Arsuaga, se ha puesto al frente de una campaña de apoyo a la exdiputada de ultraderecha. La proyecta como la Giorgia Meloni española.
"Despliegue del aparato mediático"
Además, establece que el éxito de la simbiosis entre la extrema derecha y un supuesto discurso feminista no podría darse "sin el despliegue de un aparato mediático discursivo de proporciones gigantescas". Lo cierto es que los poco más de dos minutos de intervención de Olona en el Congreso cargando contra las políticas en materia de violencia de género al grito de "¡El hombre no viola, viola un violador!" se difundieron de forma masiva a través de medios de comunicación y redes sociales.
Olona reconoció en la presentación de su fundación en Madrid hace dos semanas que esa había sido su mejor actuación parlamentaria y que el "éxito" y el apoyo que obtuvo con ese mensaje le señaló el camino a seguir.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.