"Los símbolos importan, la memoria importa, porque a través de ello vemos el mundo y le damos sentido". Estas han sido las palabras que ha pronunciado este martes el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, en el acto de conmemoración del Samudaripen, un memorial que recuerda el genocidio del pueblo gitano durante la Segunda Guerra Mundial. Ahí ha solicitado que se renombre la calle Marqués de la Ensenada por la polémica figura de este político, conocido por su marcado antigitanismo.

La razón por la que el ministro ha instado al alcalde José Luis Martínez Almeida a cambiar el nombre de la calle estiba en que el marqués fue responsable de diseñar e implementar La Gran Redada, el plan para perseguir, encarcelar y exterminar a la población gitana de este país por el simple hecho de serlo, tal y como ha recordado el propio Bustinduy. "No es comprensible. No es aceptable que una institución como el Tribunal Supremo, símbolo de la justicia en una sociedad democrática, linde hoy con una calle en Madrid que honra a una figura responsable de lo que hoy no dudaríamos en denominar crímenes contra la humanidad", ha argumentado.

Por tanto, el propósito de este cambio respondería, por un lado, a hacer justicia y responder una "demanda histórica del pueblo gitano" y, por otro, disponer de un nuevo nombre para la calle "que no haga daño".  

Por su parte, la directora general de Igualdad de Trato, no Discriminación y contra el Racismo del Ministerio de Igualdad, Beatriz Carrillo de los Reyes, ha sostenido que "no hay mayor revolución que llevar al Boletín Oficial del Estado la causa del pueblo gitano, pero queda mucho camino por recorrer".  Aunque ha reconocido que el Gobierno va "muy tarde" en la tarea de dar solución a esta demanda, ha alegado que "ahora hay que conseguir sacar a la comunidad gitana del lugar donde se le ha condenado".

A ojos de Carrillo de los Reyes, el Estado no puede permitirse que "más de un millón de personas, solo por el hecho de ser gitanos o gitanas, estén destinadas desde la cuna a la exclusión y a la desigualdad, y todas esas olas reaccionarias que siguen incrementando de manera exponencial en el país el odio, el racismo, la intolerancia". 

Representantes del pueblo gitano demandan más medidas

El secretario de Estado de Memoria Democrática del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, Fernando Martínez López, ha celebrado que con este acto se rinde homenaje "al sufrimiento padecido por el pueblo romaní, víctima de la intolerancia y también de los prejuicios", pero también "a la valentía, en un momento en que estaban en peligro sus vidas y estaban en peligro la de sus familiares". 

Asimismo, Martínez López ha destacado el impulso de la comisión de trabajo sobre la Memoria y la Reconciliación con el Pueblo Gitano en España, que fue aprobada recientemente por el Consejo de Ministros y que está prevista en la Ley de Memoria Democrática. Según ha explicado, esta comisión deberá elaborar un informe sobre las medidas necesarias para la aplicación de los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición sobre lo ocurrido conta el pueblo gitano en España. 

En el acto conmemorativo también han participado representantes del pueblo gitano, como el coordinador del Grupo de Trabajo de Acción Social y Agenda Europea, Antonio Vázquez Saavedra. El coordinador ha aseverado que, si bien en los últimos años ha habido avances en materia de reparación histórica, "desde el simbólico perdón oficial del Estado español al pueblo gitano por el intento de exterminio", todavía queda trabajo por hacer. 

"Son necesarias medidas reales que compensen una larga historia de negación y sufrimiento. Existe una deuda histórica con nuestro pueblo que debe saldarse ya", ha manifestado, para después añadir que "se tiene que reconocer" al pueblo gitano "en una ley, en un instrumento jurídico y político".