Las izquierdas se dividen por la sintonía entre Putin y Trump y el papel de la UE en Ucrania
Desde el Gobierno de Pedro Sánchez se han alineado con los principales países europeos para reclamar la participación de la UE en las negociaciones.
Podemos pone el foco en que la UE "lleva tres años alimentando la escalada bélica" y que "el resultado es una mayor dependencia de EEUU".
![Vladimir Putin y Donald Trump, en la cumbre del G-20 de Osaka (Japón), en junio de 2019. Vladimir Putin y Donald Trump, en la cumbre del G-20 de Osaka (Japón), en junio de 2019.](https://imagenes.publico.es/files/image_horizontal_mobile/uploads/2025/02/13/67ae01ae47cb3.jpeg)
Madrid--Actualizado a
El presidente de EEUU Donald Trump charló el miércoles con los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Ucrania, Volodímir Zelenski. El mandatario estadounidense anunció un acuerdo con Putin para que ambos países inicien "negociaciones de inmediato" para poner fin a una guerra que comenzó en 2022 por la invasión rusa.
La iniciativa generó reacciones políticas desde el primer momento. Desde la UE han reclamado un mayor protagonismo en las próximas negociaciones. Una posición que comparten en el Gobierno de Pedro Sánchez. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha formado parte de la redacción del comunicado conjunto emitido también desde París por Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Polonia, Ucrania y la Comisión Europea.
El texto señala el objetivo compartido de "seguir apoyando a Ucrania" hasta que se alcance una "paz justa, completa y duradera", que "garantice los intereses de Ucrania" y los europeos. "Esperamos debatir el camino a seguir junto con nuestros aliados estadounidenses. Nuestros objetivos compartidos deben centrarse en situar a Ucrania en una posición de fuerza. Ucrania y Europa deben ser parte de cualquier negociación", añade el documento.
El propio Albares ha ofrecido varias declaraciones públicas estos días desde Francia sobre la situación en las que incidió en la posición de los socialistas. "Una guerra injusta no puede acabar con una paz injusta", apuntó el ministro. En el Gobierno hacen hincapié en que la hipotética paz debe basarse en los principios de la Carta de Naciones Unidas. "Esto no es la jungla", advirtió Albares en declaraciones a los medios este miércoles.
Ya el jueves, Albares incidió en que todavía "no hay ningún acuerdo" "Por supuesto que estamos a favor de la paz, queremos la paz, estamos dispuestos a participar en cualquier reflexión sobre ella como llevamos haciendo cuatro años", añadió sobre el papel ejercido dentro de la UE durante este tiempo.
Sobre la cuestión también se ha pronunciado la ministra de Defensa Margarita Robles. "Lo que han repetido la mayoría de los países es que Rusia sigue siendo un peligro al que no se le puede dar una baza de que ha ganado esta guerra", ha destacado aparte de insistir en los mensajes lanzados por Albares.
Desde Sumar también comparten el papel preferencial que debería tener la UE. "Consideramos que la Unión Europea debe formar parte de dicho proceso", señalan fuentes del espacio de Yolanda Díaz. "La sintonía Trump-Putin refuerza todavía más algo en lo que siempre hemos insistido, que es la necesidad de una autonomía estrategia europea, también en defensa, y la no dependencia de EEUU", añaden las fuentes consultadas.
En Sumar destacan que el proceso de negociación planteado por Trump pretende dejar a Ucrania sin voz, repartirse el país con Putin y hacerse con los recursos naturales ucranianos. "Defendemos, con firmeza, que la primera voz que debe ser escuchada es la del pueblo ucraniano, que lleva años sufriendo una agresión criminal", añaden al respecto.
La posición de Sumar incluye también referencias, como las mencionadas por Albares, a que toda negociación territorial debe realizarse en línea con las resoluciones de Naciones Unidas. Otra de las propuestas del espacio político se basa en un llamamiento a la celebración de una Conferencia de Paz y Seguridad europea, "que permita lograr una paz justa y duradera y garantías de que se mantendrá la independencia y soberanía de Ucrania, así como la reconstrucción del país con criterios de justicia social".
"Nos preocupa mucho que Trump y Putin planteen un proceso de negociación que deje a Ucrania sin voz a través del cual se repartan entre ellos el país y sus recursos naturales, o que acabe vulnerando las resoluciones de Naciones Unidas sobre la soberanía e independencia de Ucrania", añaden en el espacio.
Podemos critica la "escalada bélica" impulsada por la UE
Diferentes son las primeras reacciones en Podemos. La formación morada ha puesto el foco principalmente en criticar la labor realizada por la UE hasta el momento. "¿Qué ha hecho Europa? ¿Qué ha hecho nuestro país? Contribuir a la escalada bélica y ahora regalarle el significante de la paz a Trump, un fascista peligroso", apuntaba la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en una entrevista realizada en el programa La Hora de la 1 (TVE).
"Europa lleva tres años alimentando la escalada bélica diciendo que con más guerra, Ucrania ganaría. Mentían. Han prolongado cruelmente la guerra, los muertos y el sufrimiento de los pueblos y el resultado es una mayor dependencia de EEUU y entregar a Trump el liderazgo de la paz", destacó por su parte la eurodiputada Irene Montero.
Fuentes de la formación inciden en esas ideas y recuerdan que ese "consenso bélico" lo han compartido desde Los Verdes hasta la ultraderecha y, en nuestro país, desde Vox a Sumar. "Podemos fue la única fuerza estatal que se opuso al envío de armas y que desde el comienzo apostó por la diplomacia y el derecho internacional, pagando un alto coste por ello", argumentan.
Para el partido morado, Trump, guiado ahora por sus propios intereses, "parece haber decidido poner punto final a la guerra". Por ello creen que "Europa ha quedado en fuera de juego" y ha aumentado su dependencia hacia los EEUU. "Por si fuera poco, va a regalarle a Trump la imagen de acabar con la guerra", afirman.
Podemos considera "imprescindible" seguir fortaleciendo una izquierda de paz, que apueste por la diplomacia, evite la pérdida de vidas humanas y frene la escalada bélica.
En Sumar, sin mencionar explícitamente a Podemos, muestran su preocupación por quienes, desde la izquierda, "tras una ambigüedad deliberada en relación a la invasión rusa de Ucrania, entren casi en el elogio a Trump y digan que se ha llevado el estandarte de la paz cuando este sólo parece estar pensando en los intereses de Putin".
Por su parte, en Izquierda Unida (IU), señalan que el partido se ha opuesto desde hace años a la expansión de la OTAN hacia el Este y ha reivindicado garantías de seguridad para todos los países de Europa incluyendo Rusia. "Desde el inicio del conflicto nos hemos opuesto al envío de armas y hemos exigido una salida diplomática en la que se implicaran las Naciones Unidas y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa que tiene precisamente el mandato de garantizar soluciones diplomáticas y políticas a cualquier conflicto que surgiera en Europa", añaden.
Según destacan fuentes de la formación, la Unión Europea ha adoptado "una irresponsable posición de seguidismo de la OTAN, que ahora está pagando por ver mermada su capacidad de intervención diplomática". "Las negociaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia excluyendo a la UE son consecuencia de que la UE desde el principio ha renunciado a cumplir un papel diferenciado", añaden al respecto.
Por último, reivindican también ser la única fuerza política que ha denunciado la "represión del Gobierno de Ucrania contra los partidos nacionalistas y de izquierdas así como contra los sindicatos". Más de diez partidos han sido ilegalizados por el gobierno ucraniano incluyendo el Partido Comunista y el Partido Socialista, recuerdan en IU.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania en 2022, el Gobierno formado por PSOE y entonces Unidas Podemos mostró notables diferencias de actuación y posicionamiento. Principalmente las tensiones se visibilizaron sobre asuntos como el envío de armas al Ejército ucraniano y en general sobre el aumento del gasto militar en ese contexto concreto.
Belarra llegó a llamar al PSOE "partido de la guerra", algo que provocó un notable enfado de Sánchez. Tanto que según se pudo ver en el reciente documental "Moncloa, cuatro estaciones", estuvo a punto de plantar a Irene Montero en un acto que tenían previsto.
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