El PSOE se refuerza y Vox se dispara en el CIS en el inicio de la era Trump
El Gobierno liderado por Pedro Sánchez se ha erigido como baluarte frente a la "tecnocasta" trumpista.
Los de Abascal crecen desde que el magnate ganó las presidenciales de EEUU, pero en febrero pasan por primera vez en esta legislatura del 13% en el CIS.
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Madrid-
El barómetro de febrero del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de febrero proyecta un escenario demoscópico que recoge cambios, pero también consolida algunas tendencias vistas en estudios anteriores.
Las formaciones que han salido más reforzadas en el último estudio elaborado por el organismo dirigido por José Félix Tezanos son, con diferencia, el PSOE y Vox.
Los de Pedro Sánchez, con más de un 33% en estimación de voto, han aumentado su ventaja sobre el PP en más de cinco puntos, mientras que los de Santiago Abascal superan por vez primera en la legislatura el 13% en estimación de voto en el CIS.
El crecimiento demoscópico de estas dos fuerzas en febrero tiene, seguramente, muchos factores, y la primera respuesta se encuentra en el plazo en el que se elaboró la encuesta (el mes de enero).
Los socialistas crecen en un contexto en el que han logrado sacar adelante el denominado decreto ómnibus con Junts, y a costa de un PP que, en primer lugar, votó en contra del mismo (junto a Vox y al propio Junts, lo que supuso la caída de medidas como la revalorización de las pensiones), y luego cambió su voto cuando la norma tenía garantizado su éxito en el Congreso.
Vox, por su parte, mantiene una tendencia al alza en las encuestas desde la tragedia de la DANA (que provocó una caída del PP), y el resultado de febrero sigue en esta línea. No obstante, sí que hay un elemento contextual que coincide con la situación demoscópica de ambos partidos: el inicio de la era Trump.
El terremoto Trump
La llegada del ultraderechista a la Casa Blanca ha causado un terremoto del que muy pocos actores políticos se libran. Prácticamente todos los partidos han trazado su estrategia para responder a este importante cambio geopolítico que ya deja un reguero de consecuencias menos de un mes después de la toma de posesión de Trump.
El Gobierno de coalición se ha erigido como la contrapartida al ejecutivo estadounidense en la definición de un marco que confronta el trumpismo y la ultraderecha con una gestión gubernamental de izquierdas. El Ejecutivo de PSOE y Sumar ya se había perfilado antes como la excepción progresista en un escenario europeo dominado por el avance reaccionario, una "isla democrática" en un mar de ultraderecha.
Esto se ha notado incluso más en la figura del presidente, Pedro Sánchez, que se ha postulado como el baluarte principal frente al modelo de Trump. Incluso ha acuñado un término para señalar a sus adversarios ideológicos y políticos: la "tecnocasta", frente a la que el líder del PSOE trata de encarnar ideas como la defensa de los servicios públicos y la redistribución de la riqueza.
Vox ya se había visto reforzado en las encuestas cuando el ultraderechista ganó las elecciones en Estados Unidos, pero tras su llegada a la Casa Blanca han redoblado su apuesta por trasladar que es su organización la que encarna el modelo Trump en España. Su líder, Santiago Abascal, estuvo presente en la investidura del presidente estadounidense.
Sánchez y Abascal mantuvieron un cara a cara en el Congreso sobre Trump
El pasado miércoles, Sánchez y Abascal tuvieron un cara a cara en el Congreso de los Diputados durante la sesión de control al Gobierno. Este encontronazo resumió las dos posturas que ambos dirigentes pretenden abanderar en relación con Trump.
El diputado ultraderechista acusó al presidente de querer "enemistar" a España con Estados Unidos "convirtiéndose en el paladín anti Trump" y defendió la necesidad de llevarse bien con el presidente norteamericano para que le "perdone" a España los aranceles "como a Italia": "Es muy sencillo, Meloni cae bien y usted cae mal", señaló.
"Usted, señor Abascal", respondió Sánchez, "es fuerte con el débil, pero es un servil con el poderoso". El líder del Ejecutivo afeó a Trump su "solución" al conflicto en Gaza y defendió el "reconocimiento internacional" del que a su juicio goza España por sus políticas y por la buena marcha de la economía.
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