Vox espera que la paz en Ucrania permita la unión de Patriots y ECR para ser interlocutores con Trump
"Si se acaba la guerra, es posible, pero tiene que acabarse la guerra", zanjan fuentes de la cúpula de Vox.

Madrid-
Donald Trump se puso como propósito acabar con la guerra de Rusia en Ucrania en sus primeros cien días de mandato y se ha puesto manos a la obra. Tiene un plan —escenificado esta semana a través de un acuerdo con el presidente ruso, Vladimir Putin, tras una "larga y muy productiva llamada telefónica"— que le cierra las puertas de la entrada en la OTAN a Volodímir Zelenski, con el que también conversó, y a la recuperación de buena parte de su territorio. Un "acuerdo injusto", según Pedro Sánchez, con el que Trump también busca dejar fuera a Europa de las negociaciones.
Sin embargo, la extrema derecha celebra que el presidente de Estados Unidos se haya involucrado en el fin de la guerra porque podría brindarles una oportunidad de oro. O eso esperan en Vox. Fuentes del entorno de Santiago Abascal creen que la paz en Ucrania facilitará el ansiado objetivo de unificar las fuerzas de la extrema derecha en Bruselas. Por un lado está ECR (Conservadores y Reformistas), dónde antes estaba Vox y ahora están el Hermanos de Italia de Giorgia Meloni o los ultras polacos Ley y Justicia (PiS); por otro, el recién conformado Patriots, cuyo presidente es Abascal, pero que lidera el húngaro Viktor Orbán, y que incluye también a Agrupación Nacional (la formación de Marine de Le Pen) y la Liga Norte, el partido de Matteo Salvini. Hay un tercer grupo, Europa de las Naciones Soberanas, en el que están, entre otros, Alternativa para Alemania (AfD).
Después de las últimas elecciones europeas, los ultras se movieron para crear un supergrupo, pero se frustró por el acercamiento de Meloni a la Comisión Europea y, sobre todo, porque las simpatías hacia Putin mostradas por algunos miembros de Identidad y Democracia —un grupo que se disolvió entre ECR y Patriots— eran inasumibles para otras fuerzas.
"Si se acaba la guerra, es posible, pero tiene que acabarse la guerra", zanjan fuentes de la cúpula de Vox. Con Putin fuera de la ecuación, ven verosímil la fusión entre los eurogrupos de Meloni y Orbán. Entre los 48 eurodiputados de Patriots y los 78 de ECR se convertirían en el segundo grupo del Parlamento Europeo, por detrás del PPE. Una fuerza en Bruselas que, según el entorno de Abascal, les permitiría hacer palanca con Trump y presionar a las instituciones europeas.
Lo que trasladan fuentes de Vox es que si consiguen fusionarse —y en este punto insisten en que las relaciones de Abascal con Meloni son excelentes y las diferencias entre grupos, "no tan grandes"— usarían su proximidad al presidente de EEUU para intentar ser los interlocutores de la UE con la nueva Administración norteamericana. Abascal ya está trabajando en esta idea, dejando caer que las decisiones del líder republicano tienen mucho que ver con sus simpatías personales.
"Trump ha dicho que va a eximir a Italia [de aranceles] porque Meloni le cae bien, y usted, en vez de ser mínimamente diplomático, se ha puesto chulo. Es muy sencillo, Meloni cae bien y usted cae mal. No me extraña", le espetó el líder de la extrema derecha a Pedro Sánchez en la última sesión de control al Gobierno. La verdad es que Trump ya ha firmado los aranceles, para todos los países y sin excepciones. Pero desde Vox insisten en que el presidente de EEUU cambiaría su política exterior si ellos estuvieran en el poder.
Así lo explicitó también el portavoz nacional de la formación, José Antonio Fúster, este lunes: "Ojalá estuviésemos en el Gobierno porque nuestras relaciones con Trump servirían para que se hiciese el menor daño posible". Fuentes de Vox aseguran que un supergrupo con Patriots y ECR, con la influencia de Trump como telón de fondo, podría atraer al PPE y romper así la alianza con los socialdemócratas sobre la que se sustentan las instituciones europeas.
Crecidos por la victoria de Trump, y a la espera de la conformación de gobierno en Austria y las próximas elecciones en Alemania, el objetivo de los ultras europeos es "reconquistar el Viejo Continente para crear una Europa cristiana, que cierre las puertas a la inmigración, sin políticas verdes, sin ideología de género y contra las élites que se concentran en Bruselas". Es lo que declararon abiertamente en la cumbre que Patriots celebró el pasado fin de semana en Madrid. Hacer en Europa lo que Trump está haciendo en EEUU.
El papel de Abascal en la construcción de esa gran familia política de la ultraderecha es relevante por su proximidad a la primera ministra italiana. Fuentes de Vox defienden que el hecho de que la presidencia de Patriots recayese en Abascal —aunque el líder político del eurogupo es Orbán— tiene mucho que ver con esa buena relación con Meloni y su capacidad para, llegado el momento, hacer de mediador.
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