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Primer aniversario de las elecciones del 10-N El Gobierno de coalición se mantiene y se consolida un año después de las elecciones

La moción de censura de Vox fortaleció más al Ejecutivo y la relación entre Sánchez e Iglesias. No hay ningún riesgo de ruptura y ya se convive con las diferencias. Si hay Presupuestos, el objetivo de ambos partidos es llegar hasta 2023.

Sánchez e Iglesias firman un preacuerdo de Gobierno de coalición para desbloquear la situación política
Pedro Sánchez y Pablo iglesias, en diciembre pasado, cuando acordaron la formación de un Gobierno de coalición. EFE

manuel sánchez / alexis romero

Este martes, 10 de noviembre, se cumple un año de unas elecciones que dieron como resultado el primer Gobierno de coalición de la historia democrática. Aquel pacto se gestó pronto, porque Sánchez vio en esta ocasión muy claro que, aquellos que le quitaban el sueño meses antes, eran los únicos con los que podía conservar su colchón. Y, a principios de enero, se estrenó un Ejecutivo inédito que, en un principio, solo generaba incertidumbre y provisionalidad.

Y el balance un año después de aquellos comicios es que las sensaciones de incertidumbre y provisionalidad han desaparecido. A falta de que haya Presupuestos Generales del Estado, lo que evidentemente condiciona la legislatura, el Gobierno de coalición está muy consolidado y su funcionamiento ha sorprendido hasta a los propios partidos que lo sustentan.

No faltan diferencias y discrepancias, también generan mucho ruido en algunos temas concretos y hasta son habituales las opiniones contradictorias, pero en líneas generales el Gobierno está funcionando al unísono y con una gestión muy pegada a los acuerdos alcanzados por ambos partidos para la formación de la coalición gubernamental.

A día de hoy, según fuentes socialistas, el Gobierno de coalición está muy consolidado y no se teme ninguna ruptura interna. Es más, dichas fuentes apuntan que se ha generado una gran conexión entre los miembros del Ejecutivo, una posición que comparten desde Unidas Podemos. Desde la formación liderada por Iglesias destacan las buenas dinámicas de resolución de las discrepancias, que se afrontan en privado, a través de "debates sanos" y sin que trasciendan la gran mayoría de diferencias que se dan en el seno de la coalición.

Uno de los pilares de esta unidad está en que la buena relación entre el presidente, Pedro Sánchez; y el vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Según fuentes consultadas, dicha relación se ha fortalecido tras la moción de censura presentada por Vox. Ambos compartieron protagonismo en la tribuna del Congreso y, aunque en el PSOE hubo algunas críticas a que podía darse la impresión de que había dos presidentes, el resultado final ha sido valorado positivamente por todas las partes.

Fuentes conocedoras de la relación entre los líderes del PSOE y Unidas Podemos dicen que hablan mucho, discrepan a veces, pero ambos han logrado alcanzar un marco de entendimiento y de acción conjunta porque, según dicen, "ambos ceden".

Además, dicen que hay cierta empatía entre ellos, generada por los duros ataques que a nivel político y hasta personal ambos han sufrido en su trayectoria política. "Y eso une mucho", señalan las citadas fuentes.

Ábalos, el quinto ministro de UP

También hay buena relación entre los miembros del Gobierno. La labor de Yolanda Díaz es elogiada por todo el PSOE, y José Luis Ábalos se ha convertido en el "quinto ministro de Podemos" -comentan algunos dirigentes socialistas en tono jocoso- porque es quien mantiene una excelente relación con todos los dirigentes del partido morado que se sientan en el Consejo de Ministros.

El resto de relaciones entre los ministros y ministras está más relacionada con su sintonía personal e ideológica, aunque pertenezcan a partidos políticos distintos. Y, en líneas generales, es buena. En Unidas Podemos, en cambio, no destacan tanto las "afinidades personales", pero sí la forma de afrontar los conflictos que han ido surgiendo a lo largo de este primer año de legislatura.

No obstante, no todo es un camino de rosas. En el PSOE se lamenta que Unidas Podemos muchas veces juega poco limpio, intentando apuntarse logros que no son suyos. Pero, sobre todo, se reprocha al partido morado que sigue con el chip de estar en la oposición, y hasta hacen gracia sus exigencias al Gobierno en determinadas actuaciones. "Pero si ellos están y son el Gobierno", comentan con cierta irritación dirigentes socialistas.

Pese a ello, no hay dirigente del PSOE que no haga una valoración positiva del Gobierno de coalición y reconozca que está funcionando mejor que en sus mejores previsiones. Además, existe el convencimiento de que si va bien el Gobierno, le irá bien al PSOE y también a Unidas Podemos.

Existe el convencimiento de que si le va bien al Gobierno, le irá bien al PSOE y también a Unidas Podemos

Los de Iglesias también ven algunos elementos que, sin llegar a perturbar de forma grave la convivencia en el Ejecutivo de coalición, sí que admiten que ponen las cosas más difíciles. Fuentes de la formación morada destacan el gran esfuerzo para llevar a los socialistas a aprobar medidas progresistas, y precisan que una de las mayores ventajas de formar parte del Gobierno es la de "arrastrar" al PSOE a políticas sociales como la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, ya que las posiciones negociadoras y la correlación de fuerzas son distintas en función de que las negociaciones se afronten dentro o fuera del Consejo de Ministros.

Más allá de las medidas concretas y de las dinámicas del Gobierno, desde Unidas Podemos destacan la labor de "pedagogía" que se ha hecho con la aceptación de los ejecutivos de coalición. Antes de la alianza con el PSOE, explican, esta forma de gobierno estaba completamente denostada en la política estatal española, incluso por parte de los socialistas (reticentes en la anterior legislatura, la fallida, a conformar una coalición). Ahora, en cambio, se ha demostrado que esta forma de gobernar también puede dar estabilidad a las legislaturas, a la vez que se refuerza la pluralidad en el mismo seno del Poder Ejecutivo.

La "lealtad" y la "responsabilidad" son los principios que se destacan desde la formación morada. Unos principios que, precisan estas mismas fuentes, no solo atañen a PSOE y a Unidas Podemos, sino a las formaciones que permitieron la investidura de Sánchez y que ahora, a juicio de los de Iglesias, son corresponsables de la estabilidad de la legislatura, por lo que la idea es hacerlos sentir cada vez más protagonistas de las políticas progresistas que se quieren llevar a cabo

Sea como sea, un año después de las elecciones, el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos está muy sólido y consolidado. Nadie vislumbra ningún riesgo de ruptura. Y, como afirmó a Público un cercano colaborador de Sánchez, "si hay Presupuestos este Gobierno se mantiene hasta 2023".

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