PSOE y Vox han usado el debate de la ley de amnistía en el Congreso para dar el golpe sobre la mesa definitivo. Con el escaño de Pedro Sánchez vacío, el portavoz socialista Patxi López se ha subido este martes a la tribuna cargado de razones para defender una medida que rechazaban hasta el 23 de julio. Enfrente, un Alberto Núñez Feijóo que ha salido del hemiciclo abroncado por su único socio: Santiago Abascal ha dedicado su intervención a buscar el cuerpo a cuerpo con el líder del PP.

No ha habido sorpresas en el resultado de la votación, que tenía bien amarrada el Partido Socialista. Con 178 votos a favor (PSOE, Sumar, Esquerra Republicana, Junts per Catalunya, EH Bildu, PNV, Podemos y BNG), la Cámara Baja ha tomado en consideración la ley de amnistía. Se abre, a partir de este martes, el período de enmiendas. También ha quedado aprobada la creación de tres comisiones de investigación (caso Pegasus, Operación Catalunya y atentado en las Ramblas de 2017) impulsadas por ERC, la primera, y por Junts per Catalunya, las dos restantes.

Feijóo, a quien el Congreso dio y sigue dando la espalda, ha recibido estocadas por varios flancos. López ha subido a la tribuna con una idea muy clara: poner la pelota en el tejado de Génova. El portavoz socialista ha abanderado la amnistía sin reservas y ha justificado el cambio de rumbo de su partido. "Ningún programa electoral de ningún partido incluye los pactos o las coaliciones que se alcanzarán", ha dicho, apuntando a la bancada popular y preguntándose si las concesiones que han hecho en sus gobiernos con Vox figuraban en sus programas.

Con ímpetu, López ha defendido que la amnistía servirá "para superar el conflicto en Catalunya" y para construir un futuro común. El diputado ha apuntalado su argumentación con las acciones que ya llevó a cabo Sánchez en la anterior legislatura —los indultos o la reforma del delito de sedición— y que "sirvieron para desinflamar".

Ha ido a más: "¿Por qué la amnistía rompe España?". Es un volantazo poderoso del PSOE. López ha pasado, en su intervención, de defender la medida a retar a los populares y, en particular, a Feijóo a argumentar su crítica. El portavoz del PSOE, que ha llegado a definir la amnistía como "más democrática que los indultos", ha animado al líder de la oposición a explicarse. A ir más allá. A traspasar la barrera del 'qué' y zambullirse en el 'por qué'. "¿Por qué la amnistía es inconstitucional?". En la misma línea, también ha criticado a Feijóo por no aportar "alternativas" para resolver el conflicto en Catalunya.

Feijóo ha respondido con un discurso asimilable al de la línea más dura del PP. Ha dicho que Sánchez concedía la amnistía a las fuerzas independentistas para "evitar la alternancia política" —repitiendo así una reflexión que dejó la diputada Cayetana Álvarez de Toledo este fin de semana en una entrevista con el diario ABC— o el Gobierno está "deslegitimado para exigir el cumplimiento de la ley".

"¿Hacia qué sistema nos estamos dirigiendo? ¿Somos conscientes de lo que están haciendo?", se ha preguntado el presidente popular desde la tribuna deslizándose por la pendiente antes allanada por Isabel Díaz Ayuso, que ha asegurado que el Ejecutivo había "colado una dictadura por la puerta de atrás".

Abascal recuerda a Marcial Dorado

Pero, aunque Génova esperaba que el cara a cara de Feijóo con López fuera su plato fuerte del día, Abascal ha aparecido para seguir reventado su estrategia. El presidente de Vox ha llevado al máximo su enfado con Feijóo por condenar las declaraciones que hizo en Argentina en las que hablaba de "colgar de los pies" a Sánchez. "Me alegro de que los 33 le incomodemos un poco, hasta el punto de que condena mis frases. Eso demuestra que somos necesarios", le ha espetado.

El golpe final, eso sí, vendría inmediatamente después: "¿Sabe cuántas veces me han exigido que condene una foto suya con una persona por la que querían relacionarle, injustamente, con el narcotráfico?". Lo último que esperaba el PP era que fuese Abascal, líder de la formación con la que gobiernan en hasta cinco comunidades autónomas y cientos de ayuntamientos, quien sacara la relación de Feijóo con el contrabandista Marcial Dorado en el Congreso. Menos aún el día en que se debate la amnistía.

Rufián saca la lista de la corrupción del PP

Pero la del martes ha sido, también, una jornada clave para el independentismo catalán. Tenía que serlo. No en vano, la ley de amnistía fue condición para que ERC y Junts apoyaran la reelección de Sánchez. Ambas formaciones, sin embargo, han encarado de formas muy distintas este primer debate parlamentario. Josep Maria Cervera, de Junts, ha defendido a capa y espada la amnistía como única forma de "devolver a la política aquello que es de la política" y la ha definido "no como una medida de gracia", sino como un "acuerdo entre demócratas para terminar con la judicialización".

No ha faltado, por su parte, un dardo a ERC. Las aguas tampoco están tranquilas entre las dos formaciones independentistas. "Alguna formación dijo, con intereses partidistas, que la amnistía ya estaba hecha", ha deslizado Cervera. Lo ha hecho en referencia a unas palabras que pronunció Oriol Junqueras, líder de ERC, en septiembre, en las que daba a entender que la amnistía estaba decidida incluso antes de las negociaciones con Carles Puigdemont. Así, el diputado de Junts buscó, este martes, situar a su partido como principal responsable del logro de la amnistía.

Gabriel Rufián, en cualquier caso, no ha recogido el guante. El portavoz de ERC ha centrado todos sus esfuerzos en confrontar la intervención de Feijóo. De Rufián, precisamente, es la frase que ha resonado con más eco en la Cámara. "La hipérbole cansa y hace daño", ha espetado con la mirada fija en el líder popular.

Antes, eso sí, ha recitado una lista kilométrica de casos de corrupción en los que, tal y como ha explicado el propio diputado catalán, está implicado el PP. Lo hizo porque parte de la intervención de Feijóo se ha fundamentado en tachar de corrupto el avance de la amnistía. "¿De verdad tiene narices de hablar de corrupción?", le ha interrogado.

En cuanto al fondo de la norma, Rufián ha apuntado que se trata de "una solución política y una salida para Catalunya", en la misma línea que Patxi López.

Ha sido fecunda, por tanto, la jornada. Con la toma en consideración de la ley de amnistía, que se tramitará por la vía de urgencia, y con la creación de las tres comisiones de investigación que acordó el PSOE con ERC, por un lado, y con Junts, por otro, Sánchez apuntala su convivencia con sus aliados independentistas. A partir de este martes, por tanto, la ley de amnistía entra en una nueva fase: el período de enmiendas. Fuentes parlamentarias apuntan que esta fase se alargará hasta enero.