La Sala III del Tribunal Supremo estima en parte el recurso contencioso-administrativo interpuesto por el fiscal Luis Rueda García contra el Real Decreto 907/2022, de 4 de octubre, por el que se promovió a la categoría de fiscal de Sala a Dolores Delgado y se la nombró fiscal de Sala de la Fiscalía Togada del Tribunal Supremo, tras dimitir como fiscal general del Estado.

El ascenso de Dolores Delgado como fiscal de Sala de lo Militar del Supremo fue adoptado por el Consejo de Ministros, a propuesta del fiscal general del Estado, Álvaro García, que había sido su número dos en la Fiscalía General. La sentencia del Supremo aprecia “desviación de poder” en la propuesta de Álvaro García, que en estos momentos está en funciones.

La desviación de poder, recuerda la sentencia, consiste en “el ejercicio de potestades administrativas para fines distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico”.

El fallo del Supremo considera acreditado que la finalidad buscada por el fiscal general del Estado fue asegurar a Dolores Delgado “su promoción a la máxima categoría de la carrera fiscal”. Ello se aparta de la finalidad propia de la potestad de resolver convocatorias para plazas del Ministerio Fiscal, cuyas vacantes deben proveerse fundamentalmente con arreglo al criterio del mérito, recuerdo el fallo.

La sentencia ordena retrotraer las actuaciones al momento anterior al de elevar al Consejo de Ministros la propuesta del fiscal general del Estado, a fin de que se realice otra nueva propuesta, teniendo en cuenta cuanto queda dicho sobre la finalidad de la potestad de resolver convocatorias para plazas en el Ministerio Fiscal.

Hay que recordar que el fiscal Luis Rueda aspiraba al cargo de fiscal de Sala de la Fiscalía Togada del Supremo y al ser nombrada Delgado, presentó una denuncia ante la Sala III del Supremo.

Aunque la sentencia --ponencia del magistrado Luis María Díez-Picazo-- no lo dice expresamente, al rebobinar el proceso hasta dicho punto, el TS anula 'de facto' el nombramiento de Delgado. Sin embargo, sus efectos prácticos no están claros, ya que posteriormente la otrora jefa del Ministerio Público fue designada para otro cargo de la máxima categoría: fiscal de sala de Memoria Democrática y Derechos Humanos.

El nombramiento de Dolores Delgado, ahora anulado, supuso su ascenso a la máxima categoría de la carrera fiscal, y ahora está en el aire el actual cargo de Delgado como fiscal de Sala de Memoria Democrática. Este puesto exige haber sido antes ascendida como fiscal de Sala.

Por tanto, podría suceder, según explican fuentes fiscales, que Dolores Delgado también se viera despojada del puesto de fiscal de Sala de Memoria, aunque la sentencia de este martes no lo menciona expresamente.