"Vamos a seguir avanzando hacia una fiscalidad más progresiva, con impuestos que graven más a quienes más tienen y orienten el modelo productivo. Pondremos en marcha nuevas acciones destinadas a acotar los privilegios desproporcionados de ciertas élites y a gravar fiscalmente a quienes ya tienen en el banco suficiente dinero para vivir 100 vidas". Con estas palabras, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adquirió un compromiso el pasado miércoles con una subida impositiva para las grandes fortunas.

El líder del Ejecutivo las pronunció este miércoles durante su discurso de inicio del curso político, tras el parón estival, y ante buena parte de los ministros que componen su Gobierno. También estaba presente la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz.

Para este espacio, según fuentes consultadas por Público, el compromiso del presidente con la progresividad tributaria es "una buena noticia" y supone, ante todo, un giro respecto a otras posiciones que se habían trasladado anteriormente desde ministerios como el de Hacienda o el de Economía.

En concreto, los de Díaz consideran que este discurso apela directamente a la reforma fiscal pendiente que defienden desde el inicio de la legislatura (y que Unidas Podemos defendió durante la legislatura pasada).

También son conscientes de que no es la primera vez que los socialistas hablan abiertamente en defensa de una reforma fiscal de calado para después no abordarla.

Durante el mandato del primer gobierno de coalición, el PSOE y UP chocaron en numerosas ocasiones por este motivo, y aunque se aprobaron algunas reformas (como la implementación de las tasas Google y Tobin, entre otras modificaciones), no tuvo lugar una transformación de calado.

Cuerpo dio por acometida la reforma fiscal en junio

Hace apenas unos meses, en junio, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, afirmó de manera contundente que la reforma fiscal ya se había hecho. En ese momento, Bruselas recordaba a España la necesidad de abordar cambios estructurales en la fiscalidad que ayudasen a cerrar la brecha de recaudación con Europa.

"Hemos tomado muchas decisiones en el marco fiscal en los últimos años. Creemos que ya hemos tomado todas las decisiones necesarias, precisamente, para cumplir con las obligaciones que supone ese hito del quinto pago", aseguró el ministro respecto a la necesidad de acometer la reforma fiscal pactada con Bruselas para recibir los denominados fondos europeos.

Por mensajes como el de Cuerpo en junio, en Sumar consideran que las palabras de Sánchez en el discurso de inicio del curso político suponen un giro en las posiciones socialistas sobre fiscalidad. En todo caso, avisan los de Díaz, "la música está bien, pero la partitura hay que trasladarla al Boletín Oficial del Estado y a los Presupuestos".

Para los de Díaz, la reforma debería contener, al menos, cuatro ejes: modificaciones para elevar la contribución fiscal y recortar distancias con Europa en este ámbito; promover una progresividad fiscal real tanto para personas como para empresas (en el sentido en el que contribuyan más las que más ingresan); combatir el fraude fiscal (que tiene un alto nivel en España); y aumentar los recursos de la Agencia Tributaria (sobre todo el personal).

Entre las medidas concretas que Sumar propone en el marco de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado con el PSOE, están, por ejemplo, la eliminación de la exención del IVA para las viviendas turísticas, las universidades privadas y el queroseno para aviones.

Los ejes de Sumar para aprobar los Presupuestos

También la subida del denominado impuesto de solidaridad de las grandes fortunas y su extensión a las grandes herencias. Los de Díaz piden, además, eliminar los "agujeros" del Impuesto de Sucesiones, que muchas comunidades gobernadas por el PP han bonificado, reduciendo su recaudación y descompensando su balanza fiscal vía ingresos.

Otra de las medidas que Sumar pide en el marco de la negociación de PGE es la de hacer permanentes los impuestos a las grandes eléctricas y a la gran banca, dos tributos extraordinarios desplegados para paliar las consecuencias económicas de la inflación.

De las palabras de Sánchez sobre los impuestos a los ricos a acometer una gran reforma fiscal hay un largo camino que recorrer. En los próximos meses se desarrollará la negociación presupuestaria entre el PSOE y Sumar en el seno del Gobierno, un foro en el que cada partido pondrá encima de la mesa sus propuestas reales.