Hay pacto. El Ministerio de Trabajo liderado por Yolanda Díaz ha acordado con los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta alcanzar los 1.000 euros en 2022. Un acuerdo del que se descuelga la patronal y que se ha ido reformulando a lo largo de los últimos años, fruto de las tensiones propias de los agentes sociales. 

Cuando a finales de julio, la vicepresidenta del Gobierno responsable de Economía, Nadia Calviño, asumía que en septiembre el Gobierno revisará una subida del SMI (Salario Mínimo Interprofesional) este año, todos los ojos se posaban con ironía en la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. La máxima representante de Unidas Podemos había ganado la batalla soterrada en el seno del Consejo de Ministros frente a Calviño, exponente de la ortodoxia neoliberal de la bancada azul, quien en tantas ocasiones había rechazado aceptar una nueva subida.

Unidas Podemos celebra este cambio de postura del Gobierno. Han convertido el SMI y sus subidas en una bandera, y tienen motivo de orgullo pues en los últimos años la cifra ha ascendido notablemente. Otras banderas relacionadas con Unidas Podemos, sin embargo, como la regulación de los precios de alquiler, el punto y final a los desahucios o establecer un  "impuestos para los ricos" no se han materializado hasta el momento.

Y es que fue en 2018 cuando el Gobierno anunció la mayor subida que se recuerda. Se materializaría en el año 2019, cuando el SMI pasaría de los 735,9 euros a los 900. Subía en un 22,3%, el mayor aumento en 41 años. En aquel momento, ya estaba en el Gobierno Pedro Sánchez, que había llegado a la Moncloa en junio de aquel mismo año tras la moción de censura contra Mariano Rajoy. El PSOE gobernaba en solitario, aunque fue Pablo Iglesias quien consiguió vender como propia la medida. El 11 de octubre de 2018, Sánchez e Iglesias escenificaban la firma de un acuerdo presupuestario para 2019 que incorporaba la importante subida del SMI como medida estrella, una reclamación de Unidas Podemos en las negociaciones que se hacía realidad.

El mínimo actual es casi 400 euros superior al del año 2007, cuando se cifraba en 570,6 euros. Entre estos años, cabe destacar también el incremento desde los 655,20 euros de 2016 hasta los 707,60 de 2017. Un alza que supuso un repunte del 8%, el doble que la subida del año siguiente, cuando llegó a los 735,9 euros.

Actualmente, el SMI de España se sitúa en 950 euros mensuales en 14 pagas. La cuantía permanece invariable desde que se decidiera congelarla en el último Consejo de Ministros de 2020. En plena crisis sanitaria, la patronal se opuso a su subida y el diálogo social para tal efecto con el Gobierno se retrasó. La última subida, no obstante, fue a principios del 2020, cuando la cuantía se estableció en los 950 euros actuales, un incremento del 5% con respecto al anterior.

El comité de expertos impulsado este año por el Ministerio de Trabajo, en su informe, recomienda que se eleve el SMI hasta una horquilla de entre 1.012 y 1.047 euros en 14 pagas de aquí a 2023, es decir, se aumentaría entre 62 y 97 euros para cerrar la brecha que separa el SMI de alcanzar el 60% del salario medio. Asimismo, el consejo de los expertos advierte de que hay dos vías para retomar las subidas: concentrar el incremento en los años 2022 y 2023, o hacerlo este mismo año a través de un aumento entre 12 y 18 euros. Según las últimas palabras de Calviño, parece que habrá subida este 2021.