La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha insistido en que lo sucedido en la valla de Melilla debe ser investigado hasta llegar al fondo del asunto después de que un documental de la BBC, con imágenes que adelantó Público, responsabilice al Gobierno de la tragedia.

En una entrevista que ha concedido a La Hora de la 1 de TVE para hablar de las recientes cifras de paro publicadas este jueves, Yolanda Díaz ha tratado diferentes asuntos como la ley trans y la muerte de decenas de personas en el intento de salto de la valla de Melilla del pasado mes de junio entre la actuación de las fuerzas de seguridad.

Díaz ha hecho hincapié en que "los derechos humanos no son relativizables" porque "con los derechos no se juega". Del mismo modo, ha reafirmado su postura sin entrar en las "posiciones legítimas de todos los partidos".

Ante la posición del Ministerio del Interior en defensa de la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado del pasado 24 de junio, la vicepresidenta segunda ha confirmado que "lo sucedido en la valla de Melilla merece una investigación".

El ministerio dirigido por Fernando Grande-Marlaska defiende que se tomaron medidas "dentro de la más estricta legalidad". A pesar de ello, ante los 23 fallecidos, que las ONG elevan a 37, la ministra de Trabajo ha insistido en que "han muerto personas en condiciones más que cuestionables".

Las primeras investigaciones del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, concluyeron que al menos 470 personas fueron víctimas de las devoluciones en caliente. Devoluciones que quedaron reflejadas en las imágenes que este diario publicó un día después de la tragedia. "Lo hemos visto en todas las imágenes que han recorrido el mundo", ha declarado Yolanda Díaz al respecto.

Además, la vicepresidenta ha reconocido que apoya completamente una investigación porque "los hechos son evidentes". "Yo no tengo dudas, yo lo que tengo son hechos", ha añadido.

La ministra de Trabajo se ha reafirmado en sus declaraciones del pasado junio en las que insistió que los derechos humanos no se deben "cuestionar en ninguna parte del mundo y por ninguna razón". "Debemos conocer lo que ha pasado, por las familias de los fallecidos y como sociedad", anunció entonces.