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El absentismo escolar despunta en los barrios pobres de Madrid: "Tienes menos oportunidades por nacer en la periferia"

Los distritos de Puente de Vallecas, Carabanchel, Usera, Villa de Vallecas y Villaverde son los que mayor número de niños absentistas registran. Las asociaciones de padres y madres piden ampliar los planes de prevención a primer ciclo.

Varias niños a la entrada del colegio de la Alameda de Osuna, a 5 de septiembre de 2022, en Madrid (España).
Varias niños a la entrada del colegio de la Alameda de Osuna, a 5 de septiembre de 2022, en Madrid. Europa Press

Los distritos localizados en el sureste de la capital son los que más absentismo escolar concentran. En concreto, Puente de Vallecas, Carabanchel, Villa de Vallecas, Usera, Villaverde y Latina registran 2.715 menores registrados el Programa de Prevención y Control del Absentismo Escolar de Madrid, el 71% del total. Las asociaciones de padres y madres junto a los docentes reclaman mejorar los sistemas de atención, así como aumentar las dotaciones presupuestarias. 

Este curso se invirtieron 21.079 euros más que en 2021, si bien gracias a los fondos europeos y no porque el ayuntamiento haya ampliado las cuantías municipales. En cuanto al perfil, más del 80% de los alumnos absentistas son de nacionalidad española, aunque la mayoría (72%) pertenecen a una minoría étnica o sus padres son migrantes. Por su parte, el género no funciona como un clivaje determinante. Es decir, la desigualdad está atravesada fundamentalmente por la clase social y el origen.

En la misma línea, la distribución del absentismo entre colegios público y privados está muy descompensado. Así, los CEIP recuentan hasta 2.347 alumnos absentistas, mientras que los CPC y los CP apenas reúnen 455 en primaria. 

"No se puede entender el absentismo sin conocer la situación socioeconómica de la familias, de ahí la desigualdad observada entre el centro y la periferia", explica Carmen Morillas, presidenta de la Federación de Madres y Padres del Alumnado "Francisco Giner de los Ríos" (FAPA). En este sentido, el perfil de las familias y el capital cultural determinan las aspiraciones y prioridades de los padres a la hora de llevar o no a sus hijos a las clases. "A veces estos niños faltan porque tienen que trabajar informalmente ayudando en el negocio de sus padres", ejemplifica.

Las políticas privatizadoras favorecen la exclusión

Nuria lleva medio curso trabajando en un centro de Vallecas y explica que el elevado número de colegios concentrados y privados en la zona han llevado la segregación al límite. "En este instituto la mayoría de los días falta un 75% del alumnado a clase en ciertos grupos, y hablamos de menores de primero de la ESO. Es un centro que se ha convertido en un gueto, lleno de familias extremadamente vulnerables", explica.

La trabajadora, que prefiere usar un pseudónimo y mantenerse en el anonimato, sospecha que esta situación "ya no sorprende a nadie" y se muestra especialmente preocupada por las niñas. "Ya sabemos cómo funciona esto, las mujeres siempre somos las más perjudicadas y en estos casos las niñas han confesado que muchas veces faltan para quedarse cuidando de los abuelos, de sus casas e incluso para ser madres a muy temprana edad. Es evidente que los medios que se ponen para evitar que esto ocurra no son suficientes", termina.

Morillas pone de relieve el papel de las políticas educativas municipales a la hora de poner solución a este problema. Insiste en que se trata de una situación que se viene repitiendo durante toda la serie histórica y que, por tanto, "se puede prever y prevenir con más eficiencia". Lamenta el "visible desinterés" del Gobierno de José Luis Martínez Almeida y le emplaza a poner en práctica políticas que promuevan la inclusión social.

El 72% de los menores absentistas pertenecen a una minoría étnica o sus padres son migrantes

"No es justo que por nacer en un distrito u otro tengas menos oportunidades. La educación es fundamental en la vida y la libertad de los menores, y puede traer consecuencias en la vida de estos niños y niñas cuando sean adultos. Al fin y al cabo, influirá en sus futuros empleos", afirman desde la FAPA. 

El Programa Marco de Prevención y Control del Absentismo Escolar se desarrolla en el marco del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid para la prevención y el control del absentismo escolar. El objetivo de este programa es garantizar la asistencia regular del alumnado a los centros educativos, en las etapas de escolarización obligatoria (entre los seis y los 16 años) en centros sostenidos con fondos públicos. Por lo que el papel del tutor en el proceso de intervención es fundamental. Respecto a esto, tanto las familias como el profesorado cuentan que sería más sencillo volver a traer a los menores al curso si las ratios fueran más bajas.

"Desde la FAPA hemos presentado enmiendas para que se empiece a trabajar desde el primer curso de infantil en el seguimiento de la asistencia y para que se amplíe por encima de los 16 años la cobertura. Hasta ahora, los estudiantes que repiten algún curso y aplican la ESO se quedan fuera", detalla Morillas. Todavía hay localidades que no lo trabajan. De hecho, una de las quejas de los ayuntamientos del sur es que no se unifican los criterios para abordar este problema endémico de la educación.

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