Nuevo paso en defensa de la Casa Orsola, la finca modernista del Eixample de Barcelona adquirida por un fondo buitre que quiere expulsar a los vecinos para reformar los pisos y ponerlos a precios de lujo. Algunos ya los está alquilando a precios que triplican lo que pagan los inquilinos actuales. En una moción aprobada por Barcelona en Comú, PSC, ERC y Junts, e impulsada por los vecinos, el pleno insta al Ayuntamiento y a la Generalitat a estudiar la compra del edificio por el mismo precio que lo adquirió Lioness Inversiones hace más de un año.

El pleno también ha reclamado al fondo buitre que se siente a negociar con los inquilinos, que piden la renovación de los contratos de todos los que quieran quedarse. Hasta ahora, Lioness ha defendido la negociación individual. Según el Sindicat de Llogateres y la Xarxa d'Habitatge de l'Eixample Esquerra, las entidades con las que se han organizado, a fecha de hoy tan sólo se ha firmado un nuevo contrato aunque varios ya han finalizado.

Es el caso de una persona mayor a la que de entrada le han subido un 30% el alquiler y el contrato impone unas condiciones "fraudulentas", con subidas progresivas, similares a las que recientemente un tribunal declaró nulas por "abusivas".

La ponente de la moción, la concejala de vivienda, Lucía Martín, ha defendido que el Ayuntamiento no comprara el edificio en su momento por la cantidad de operaciones similares que tienen lugar en Barcelona, donde tan sólo en 2021, en el Eixample se produjo la compraventa de 30 fincas. "Es imposible que el Ayuntamiento pueda comprar todos estos edificios", ha aseverado Martín.

El consistorio ya ha adquirido recientemente diferentes edificios, que ha enumerado, como uno en la calle Calàbria con 14 pisos o uno en Balmes, con 23 pisos. "La solución debe ser global y compartida por el resto de administraciones", ha defendido la concejala. Los grupos que han votado en contra del texto aprobado han calificado la posible compra de la finca de "expropiación" y fruto del "fracaso de las políticas de vivienda" del consistorio.

El portavoz del Sindicat de Llogateres, Enric Aragonès, ha celebrado la aprobación del texto y ha destacado que "no han parado de sumar apoyos" al vecindario de la Casa Orsola, como el acto multitudinario que organizaron en noviembre. "El mensaje a Lioness está claro: que negocie para que los vecinos que quieran puedan quedarse", ha afirmado en una atención a los medios.

Primer desahucio el 14 de febrero

La Casa Orsola, situada en el cruce de las calles Consell de Cent y Calàbria, tiene 27 viviendas y cuatro locales comerciales. Cuatro de los inquilinos cuyo contrato ya ha vencido y se han quedado en su casa, pagando el alquiler, han sido llevados a los tribunales por la propiedad. El primer juicio, a Josep, ya se celebró y la sentencia ha fijado el desahucio para el 14 de febrero. Otros dos casos están pendientes de juicio.

Otra de las cuestiones que aborda la moción es la regulación de los alquileres de temporada. Es una modalidad que posibilita alquileres de corta duración, desde 30 días hasta 11 meses. El movimiento por la vivienda señala que esto facilita las subidas de alquiler y da pocas garantías a los inquilinos.

Los altos precios, además, favorecen que quienes se instalen en estos pisos sean personas de alto poder adquisitivo, principalmente extranjeras, contribuyendo a la expulsión de los vecinos de toda la vida. En la Casa Orsola ya habría actualmente tres pisos en alquileres de temporada y reformados, y dos con obras actualmente, según fuentes del Sindicat.

El caso de Casa Orsola no es único, y también hay otro bloque organizado en la calle Tapioles, del Poble-Sec, frente a la compra de un fondo buitre. Otro de los aspectos que aborda la moción es que es necesario introducir las "medidas necesarias" para evitar la especulación inmobiliaria en zonas afectadas por mejoras urbanísticas, como el caso de las supermanzanas, tanto en el Eixample como en el Poble-Sec. "Hay que regular los alquileres, y especialmente los alquileres de temporada", ha defendido Aragonès.