Coronavirus La brecha social se disparó en vísperas de la pandemia: 47.000 nuevos ricos y 700.000 nuevos pobres en siete años
Los datos de la Agencia Tributaria y del INE constatan el constante aumento del número de contribuyentes que poseen patrimonios de más de 700.000 euros mientras la pobreza mantiene el implacable avance que inició con el ‘crash’ de finales de la década pasada.
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zaragoza,
La pandemia del coronavirus ha llegado a España mientras el país padecía una epidemia de desigualdad cuyos efectos, que ya se dejaban sentir con fuerza antes, comenzaron a desbordarse por la parte de los más desfavorecidos en cuanto el confinamiento cortó en seco la actividad económica, con decenas de miles de familias que necesitaron ayuda para comer desde el principio y con un desmesurado aumento de la demanda de atención en los servicios sociales, consecuencias tan lógicas como tristes de una fragilidad social cada vez más extendida.
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Ese avance implacable de la pobreza, que comenzó a intensificarse con la anterior crisis, la de finales de la década pasada, convive con un constante incremento del número de ricos y de millonarios en el país cuya magnitud ha cuantificado este martes la Agencia Tributaria al difundir la Estadística de Declarantes del Impuesto de Patrimonio correspondiente al ejercicio de 2018, el último cerrado.
En España hay, según esos datos, 177.931 contribuyentes que poseen una fortuna de más de 700.000 euros, el mínimo exento para tributar en ese impuesto salvo en Aragón, que bajó el listón a 400.000. Son 47.715 más que en 2011, el ejercicio en el que el Gobierno central recuperó este impuesto cedido a las comunidades autónomas tras abolirlo durante los tres anteriores.
Eso significa que entre 2011, en la fase de mayor dureza de la crisis iniciada en 2008, y 2018, considerado el quinto año de los 'brotes verdes', como se denominó a la histórica recuperación de las variables macroeconómicas que a base de extender la precariedad y el empobrecimiento apenas llegó a las familias, el número de potentados aumentó un 36,6%.
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En ese mismo periodo, y según sale de cruzar los índices de pobreza de la Encuesta de Condiciones de Vida con las Series de Población, ambas del INE (Instituto Nacional de Estadística), el volumen de pobres lo hacía en un 9,5% al pasar de encontrarse en esa situación 7,59 millones de personas a hacerlo 8,31.
La pandemia aborta el incipiente retroceso de la pobreza
La brecha social pasaba así a convertirse en un desgarro, con aumentos desmesurados, simultáneos y sostenidos de los grupos más y menos pudientes de la sociedad española que se vieron interrumpidos en 2019, con un incipiente descenso de 370.000 cuya consolidación parece ahora mismo más quimérica que probable ante el parón de la actividad y las previsiones sobre su reanudación como consecuencia de la pandemia.
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Estas, según estimaciones como las del Consejo General de Economistas, apuntan a caídas superiores al 11% en el conjunto del año, una contracción del volumen de negocio del país de casi 140.000 millones que, de materializarse, resultaría netamente mayor, y más veloz, que la de 89.200 del periodo 2008-2013.
Sin embargo, la existencia de esos nubarrones en el horizonte no significa que a todo el mundo vaya a irle mal. Ni mucho menos. Según los datos de la revista Forbes, la fortuna de la mayoría de los más ricos aumentó de manera notable en los primeros meses de la pandemia, tanto a nivel global como en España.
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Más de 7.000 contribuyentes declaran más de seis millones
La acumulación de riqueza por parte del segmento más pudiente del país fue vertiginosa en esos años. Según los datos de la Agencia Tributaria, el patrimonio de los declarantes del impuesto pasó entre 2011 y 2018 de 430.668 a 687.893 millones de euros.
Ese incremento, del 59,7%, cuadruplicó con creces el que experimentó en ese septenio el PIB, la variable que mide la actividad económica del país, que se quedó en el 13%. Es decir, que el acaparamiento alcanzo los 257.000 millones mientras el avance general se quedaba en 138.400.
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Así, las fortunas de los más ricos del país, que apenas suponen un 0,34% del censo, pasaron a resultar equivalentes al 57% de la riqueza nacional, cuando siete años antes esa relación se quedaba en el 40%. Algo no funcionó del todo bien en los engranajes del sistema español de redistribución de rentas en esos años, en los que la crisis y la recuperación macroeconómica coincidieron con los gobiernos de Mariano Rajoy.
También el número de millonarios aumentó de una manera desmesurada en esos siete años, en los que España pasó de contabilizar a 44.357 españoles que declaraban un patrimonio de más de un millón y medio de euros (la Agencia Tributaria no ofrece desglose al millón) a alcanzar los 60.690 (+36,8%).
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En este sentido, llama la atención cómo en esos siete años ha pasado de 4.717 a 7.073 el grupo de quienes tienen más de seis millones de euros, que equivalen a mil millones de las antiguas pesetas.
¿En qué consiste el patrimonio de los ricos?
El grueso de las fortunas de los potentados españoles (507.799 millones de euros) tienen la forma del llamado "capital mobiliario", con predominio de las acciones (344.677), a las que se suman otras por valor de 93.249 depositadas en sicav, las polémicas sociedades colectivas de inversión, más rentables antes que después de llegar la pandemia, más 58.805 en cuentas bancarias y 11.066 invertidos en deuda pública.
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A ese capítulo le sigue en cuantía el de las propiedades inmobiliarias con 138.013 millones de euros, 133.622 en edificios, de los que los catalogados por su interés cultural suman un valor de 23.180 por los que no tributan, y otros 4.390 en tierras.
Completan el reparto 11.966 millones de euros propiedades afectas a actividades económicas, con más de tres cuartas partes de esa cifra exentas de tributar; 12.733 en seguros y rentas, 15.877 en bienes diversos y 1.503 en los denominados "bienes suntuarios": 650 en obras de arte y antigüedades y 852 en joyas, pieles, automóviles, aviones y embarcaciones.