La Guardia Civil ha localizado dos cuerpos sin vida en una finca de Brea del Tajo, a escasos 70 kilómetros de Madrid. Los cadáveres, con evidentes signos de violencia, corresponden a una mujer de 33 años y a un joven de 18, ambos desaparecidos desde hace casi un mes. Desde entonces, los agentes mantienen abierta una investigación. Las primeras pesquisas apuntan a un vecino de la pareja como principal sospechoso.

Este jueves, un operativo policial ha encontrado muertos a los dos habitantes de Brea del Tajo cuya desaparición se había denunciado el día 15 de diciembre, aunque según apunta su entorno, llevarían más tiempo en paradero desconocido. Uno de los cuerpos estaba completamente calcinado, por lo que su reconocimiento fue más difícil. Los restos han sido trasladados al Instituto Forense, donde se les practicará la correspondiente autopsia.

El caso lleva en seguimiento desde que la Policía recibió la alerta por la ausencia de las víctimas. Los agentes han realizado múltiples gestiones y han tomado declaración a varios familiares, amigos o vecinos de los desaparecidos. Entre ellos, un hombre de 35 años que falleció el pasado 23 de diciembre en un supuesto accidente de bicicleta, aunque todo parece indicar que realmente se suicidó después de haber cometido el doble crimen. Este varón, que apareció muerto un día después de testificar, podría ser el presunto asesino. 

Los investigadores tratan ahora de establecer qué tipo de relación existía entre los tres implicados, con especial atención a los vínculos de este vecino con la pareja. Según fuentes policiales, los primeros resultados apuntan a desavenencias y a una mala convivencia entre el agresor y las víctimas, pero no se descartan otras circunstancias. La Guardia Civil también analiza una furgoneta que apareció aparentemente quemada en las inmediaciones de la finca, muy próxima a los cadáveres.