El acuífero de Doñana muestra una tendencia desfavorable y nueve de sus 16 zonas se encuentran actualmente en una situación de "alarma", la cifra más alta desde que hay registros.

Así se recoge en el Informe de estado de los acuíferos del entorno de Doñana. Año hidrológico 2021-2022, elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). En dicho informe se señala que la precipitación del año hidrológico fue de 304 mm, lo que supone que se considere como un año "muy seco".

Se precisa en el documento que de los dieciséis sectores en los que se divide el acuífero ni uno sólo está en situación de normalidad; concretamente, tres se hallan en estado de "prealerta", una más que el año pasado; cuatro en estado de "alerta", dos menos que en 2020-2021. El peor dato es que de tres zonas en "alarma" se ha pasado a un total de nueve.

"Doñana se acerca a un punto de no retorno", apuntó este viernes la World Wildlife Fund (WWF) a la luz de los datos de la CHG, antes de reclamar al Gobierno español y a la Junta de Andalucía "medidas inmediatas y extraordinarias para acabar con la sobreexplotación y el robo del agua".

No obstante, Santa Olalla, la laguna permanente más grande del Parque Nacional de Doñana, se ha secado completamente por segundo verano consecutivo, algo que no había ocurrido nunca antes según los registros.

Las bajas precipitaciones y el calor inciden en el mal estado actual del acuífero. No obstante, WWF apuntó que esas no son las causas principales de que ese espacio protegido se encuentre en "una situación agónica", sino que "la sobreexplotación del acuífero por la agricultura intensiva y el robo del agua han empujado a Doñana al borde del colapso".

"Doñana se encuentra en el peor momento de su historia: la agricultura intensiva está acabando con las últimas gotas de agua almacenada que nos quedan. La situación de los acuíferos es gravísima y el riesgo de salinización cada vez es más real", comentó Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España.

Asimismo, la organización exigió a la Junta de Andalucía que "abandone la inacción" y aplique "de forma urgente" el plan especial de ordenación de las zonas de regadío ubicadas al norte de la corona forestal de Doñana, con el cierre de pozos y fincas ilegales.