Tomar sandía este verano se está convirtiendo en un lujo para muchos. Los precios no paran de subir y, en muchos casos, hasta resulta complicado encontrar esta fruta en los mercados.

La sandía, junto con el melón, es una de las frutas más populares de esta temporada ya que su alto contenido en agua la convierte en un producto ideal para combatir el calor. Sin embargo, también es una de las frutas más codiciadas este verano debido a su desabastecimiento, lo que ha provocado una gran subida de precios.

En algunas fruterías y grandes superficies, el coste ha llegado a triplicarse con respecto al año pasado en estas fechas. "Nunca se habían visto precios tan altos", comenta el dueño de un puesto en Madrid donde venden la sandía a 2,99 euros el kilo. Además avisa, "lo más probable es que sigan subiendo los precios estas semanas, porque por el momento no hay suficientes sandías, hay más demanda que oferta". En otra frutería cercana comentan que han estado "varios días sin sandías y los melones que hay son muy pequeños, de peor calidad que antes".

Durante la primavera, los productores de sandías y melones españoles se han visto sorprendidos por un cambio drástico en las condiciones meteorológicas. En mayo la costa mediterránea se vio afectada por una DANA, que trajo consigo lluvias torrenciales que afectaron a las cosechas.

La Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (PROEXPORT) –que opera en Murcia y Almería, principales zonas productoras de sandías y melones– explica en declaraciones a Público cómo ha afectado el cambio de clima a la producción. "En el mes de mayo hizo mucho calor y esperábamos poder tener una buena producción de sandías. Sin embargo, cuando la fruta estaba creciendo llegaron las lluvias e inundaciones, lo que echó a perder gran parte de la cosecha al impedir que terminasen de crecer a tiempo y se dieran las condiciones óptimas de recogida para la venta".

Las estanterías de melones y sandías se han encontrado vacías durante estos días en muchos establecimientos. Entre ellos, los de la compañía Mercadona, los consumidores de ésta han pedido explicaciones sobre esta escasez en redes sociales. La empresa ha explicado que "debido a la climatología adversa sufrida en las zonas productoras de sandía y melón, actualmente no disponemos para ofrecer el producto con normalidad".

El clima ha jugado un papel clave en la producción, según un informe de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) en esta campaña de 2023 se estima una drástica disminución de la superficie de siembra de melón y sandía.

A las lluvias torrenciales y el granizo hay que añadir "la menor disponibilidad de recursos hídricos y al alargamiento de los ciclos de invernadero", indica ASAJA. Además, el mercado ha sufrido problemas con los precios pagados a los agricultores este último mes, también debido a la disminución de importaciones a países europeos.

"Esta siendo una de las campañas más duras", afirman desde Proexport. Si bien, se muestran optimistas y esperan poder recuperar las pérdidas durante ese mes. "Desde que cedieron las lluvias en el mes de julio se ha podido cultivar, tenemos esperanza en un remonte del producto, pero sabemos que es algo que no se puede asegurar ya que dependemos del clima y es muy cambiante", declaran.

El año pasado los precios de las frutas ya se incrementaron debido a la inflación tras la guerra en Ucrania. La subida fue de un 18,7% con respecto a la primavera de 2021. Los precios para el consumidor se encontraban a finales de junio de 2022 en los 1,20 euros el kilo, sin embargo, este verano podemos encontrar precios que rondan los 3 euros el kilo.