Luigi Mangione, el presunto asesino que ha puesto en el foco el negocio de la sanidad privada en EEUU
El joven definía la industria de los seguros sanitarios como un negocio "podrido y corrupto" y criticaba los altos precios de las pólizas. ¿Cómo funciona el sistema médico en el gigante americano?
V. López
Madrid-Actualizado a
Luigi Mangione viene de una familia adinerada, tuvo una educación exclusiva y estudió en una universidad de élite. El joven –"un chico normal e inteligente", según sus compañeros de clase– era un completo desconocido hasta hace cinco días. Este lunes ha sido detenido en Pensilvania como principal sospechoso del asesinato de Brian Thompson, consejero delegado de la aseguradora privada UnitedHealthcare. La historia ha reabierto el debate sobre el fenómeno fan que rodea estos perfiles y, sobre todo, ha puesto en el foco –de nuevo– el negocio de la industria médica americana.
Brian Thompson fue asesinado en Manhattan y Luigi Mangione fue detenido cinco días después en un McDonalds de Pensilvania, con documentación falsa y una pistola fabricada con una impresora 3D. El joven huyó de la ciudad en un autobús interestatal tras el presunto crimen. Las autoridades encontraron, además, un manifiesto escrito a mano donde Mangione expresaba su rechazo hacia el "injusto" sistema de salud de Estados Unidos. Ese mismo cuaderno también calificaba de "convención anual de tacaños parásitos" la reunión a la que se dirigía el empresario en el momento del asesinato.
El caso lleva toda la semana acaparando titulares y portadas en la prensa estadounidense. Las evidencias alejan los hechos de un simple acto de violencia y lo sitúan como un "asesinato de reivindicación". ¿La primera? Las balas con las que fue asesinado Thompson tenían tres palabras grabadas: deny, defend, depose. En español, denegar, litigar, retrasar. Estas son, a priori, las prácticas habituales de los seguros médicos en Estados Unidos.
El detenido dejó de comunicarse con sus familiares y amigos hace meses, cuando empezó a sufrir espondilolistesis, una enfermedad que provoca "fuertes dolores" en la espalda, según los medios locales. "Me confirmó que se había sometido a una cirugía y me envió radiografías. Las imágenes parecían horribles, con tornillos gigantes en la columna", explicó uno de sus amigos en una entrevista con ABC 7 News. En su cuaderno, Mangione también definía la industria de los seguros sanitarios americanos como un negocio "podrido y corrupto", incluso "parasitario".
El joven criticaba en sus escritos las tarifas del sistema y llegó a denunciar que, mientras los beneficios empresariales habían aumentado, la "esperanza de vida" seguía prácticamente inmóvil. El Departamento de Policía de Nueva York ha elaborado un informe interno que asegura que el principal sospechoso se veía a sí mismo como una especie de "héroe". Manhattan ha amanecido este jueves con carteles de "se busca" que señalan a otros directores ejecutivos y las autoridades temen que estas acciones sirvan de inspiración para futuros ataques. Luigi Mangione ha causado sensación y actúa, para muchos, como una suerte de "chico malo rebelde".
Un sistema bañado por la lógica capitalista
El asesinato de Brian Thompson ha llevado a mucha gente a identificarse con las supuestas motivaciones de Luigi Mangione. Los datos son claros: miles de estadounidenses se arruinan cada año por las deudas derivadas de no poder pagar sus tratamientos médicos; otros, mueren porque no tienen ni siquiera cobertura. "El seguro sanitario gratuito y universal lo tienen los pobres y los jubilados; en medio, tienes que pagar tu propio seguro", explicó el periodista y corresponsal Guillermo Fesser en El Intermedio.
Shannen Doherty (Embrujadas) hizo pública en junio su odisea. La actriz, diagnosticada con cáncer de mama, reconoció haberse quedado sin ahorros y tuvo que pedir un préstamo para cubrir sus facturas médicas. Doherty murió finalmente a mediados de verano. Este caso puso de manifiesto cómo el sistema sanitario de EEUU, donde impera la lógica capitalista y la privatización de los servicios básicos, conduce a situaciones desesperadas para el grueso de la población. Las conclusiones son demoledoras: en el país más poderoso del mundo, la sanidad es un negocio, no un derecho.
"¿Por qué tenemos el sistema de atención médica más costoso del planeta y, sin embargo, estamos en el puesto número 42 sobre esperanza de vida?", se pregunta Luigi Mangione en uno de sus escritos. La prensa estadounidense describe al principal sospechoso como una persona "resentida" con la sanidad del país y, más concretamente, con el tejido empresarial que se enriquece a costa de las enfermedades de su clientela. Mangione quería cometer un asesinato "preciso, que no pusiera en riesgo a inocentes", según ha precisado The New York Times. El joven consideró poner una bomba, pero lo descartó porque "podía matar a inocentes”.
Los seguros son cada vez más caros en el gigante americano y cubren menos dolencias. Las grandes aseguradoras rechazan cada día un tercio de las medicaciones y los tratamientos que los médicos prescriben a sus pacientes. Además, basan su lógica de funcionamiento en los márgenes empresariales, una cuestión que pesa más que la salud de los usuarios. Los precios son inasumibles para millones de personas, como los migrantes o las familias vulnerables: uno de cada cuatro latinos no tenía ningún tipo de cobertura médica en 2022.
La prima de seguro media individual que ofrecen las empresas es de 8.435 dólares anuales; es decir, unos 8.000 euros. En el caso de una familia, la cuota sube hasta los 23.968 dólares, según datos de la aseguradora Kaiser Foundation. Los precios varían según los ingresos familiares y el tipo de plan contratado, pero los seguros nunca lo cubren todo. Urgencias, además, es más caro que ir al médico de cabecera.
Los pacientes nunca saben realmente cuánto van a tener que pagar, porque la factura les llega cuando salen del hospital. Los médicos deciden qué necesita cada usuario y lo meten en la cuenta; las pólizas cubren un porcentaje –del 90%, en los mejores casos–, pero siempre hay que tener cuidado con la letra pequeña. ¿Las consecuencias? Diagnósticos inflados, falta de atención médica y desconfianza en el sistema. Luigi Mangione no ocultaba en sus escritos la "animadversión” que sentía por "la América empresarial". El acusado no ha explicado todavía por qué eligió a Brian Thompson, pero todo apunta a un "golpe simbólico", un crimen motivado por la frustración y las ansias de denuncia.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.