Los recortes en ayuda internacional pueden suponer millones de casos y muertes por VIH
Si no se mitigan los recortes propuestos por los principales países donantes, siendo el principal EEUU, podrían darse entre 4,4 y 10,8 millones de nuevas infecciones por sida en los países de renta baja y media.

Madrid--Actualizado a
Una reducción significativa de la financiación internacional de los programas prevención y tratamiento del VIH podría provocar que las nuevas infecciones por la enfermedad volvieran a niveles no vistos desde comienzos de los años 2000.
De aquí a 2030, si no se mitigan los recortes propuestos por los principales países donantes, podrían darse entre 4,4 y 10,8 millones de nuevas infecciones adicionales en los países de renta baja y media. Las muertes relacionadas con el VIH alcanzarían cifras de entre 770.000 y 2,9 millones de muertes, señala un estudio basado en modelos que publica The Lancet.
Más del 90% de la financiación internacional contra el VIH procede de los siguientes países: Estados Unidos, con el mayor porcentaje alcanzando un 73%, Reino Unido, Francia, Alemania y los Países Bajos.
Estos países han anunciado recientemente planes para aplicar recortes significativos a la ayuda exterior, lo que conducirá a una reducción prevista del 24% en la financiación internacional mundial contra el VIH para 2026, indica el estudio.
Además, el Gobierno de EEUU puso en pausa toda la financiación de la ayuda exterior (con excepciones limitadas) el enero pasado. Estados Unidos ha sido históricamente el mayor contribuyente a los esfuerzos mundiales para tratar y prevenir el VIH, pero los recortes actuales en el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR) ya han interrumpido el acceso a los servicios esenciales.
Desde 2015, los donantes internacionales han contribuido aproximadamente al 40% de toda la financiación para el VIH en los países de renta baja y media, lo que hace que su apoyo sea crucial para los esfuerzos mundiales de tratamiento y prevención.
Los modelos usados en el estudio sugieren que los recortes "podrían dar al traste con décadas de progresos realizados para acabar con el VIH-sida como amenaza para la salud pública, y las nuevas infecciones y muertes podrían volver a niveles no vistos desde principios de la década de 2000".
Incluso si se restableciera el apoyo al tratamiento del VIH al cabo de 12 a 24 meses, el estudio sugiere que el número de nuevas infecciones podría estabilizarse en niveles de 2020, lo que sigue representando un retroceso.
El mayor impacto podría producirse en el África subsahariana y entre las poblaciones vulnerables. Los programas de ayuda exterior proporcionan servicios de tratamiento y prevención del sida, financiación de clínicas sanitarias que suministran terapia antirretrovírica para tratar el VIH y prevenir su propagación, pruebas, servicios de laboratorio necesarios, etc.
Estos programas también incluyen el fortalecimiento de los sistemas sanitarios, la formación del personal y la combinación de los servicios relacionados con el VIH con otros servicios sanitarios.
Una de las firmantes del estudio Debra Ten Brink, del Instituto Brunet (Australia) advierte de que "si otros países donantes reducen la financiación, décadas de progreso en el tratamiento y la prevención del VIH podrían verse truncadas".
Los autores sostienen que la planificación estratégica a largo plazo y la cooperación internacional “son cruciales” para establecer sistemas sanitarios sostenibles y programas de tratamiento y prevención del VIH. Piden, además, a la comunidad mundial que se una para abogar por un apoyo continuado a los programas contra esta enfermedad.
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