Los Bomberos de Chantada (Lugo) han protagonizado este fin de semana una emotiva escena digna de película. Toby, un perro de este municipio lucense, quedó atrapado entre dos grandes rocas cuando salía a dar un paseo. Sus dueños dieron la voz de alarma, pero la estructura de las piedras puso en jaque su rescate. Tras 24 horas sin poder moverse, los agentes consiguieron sacarlo con vida y devolver al animal con su familia.

El suceso tuvo lugar el pasado sábado en una zona de viñas próxima al río Miño y plagada de enormes rocas. De un momento a otro, Toby desapareció y fueron sus propietarios quienes comenzaron a buscarlo. Escuchaban sus ladridos, pero no conseguían localizar su paradero. Otro de los perros de la casa fue quien los llevó hasta las piedras de las que venía el sonido.

Al ver que era imposible acceder, llamaron a la Policía Local de Chantada. Los agentes acudieron y comprobaron que la grieta era demasiado estrecha como para intentar meterse. El can estaba a unos 14 metros de profundidad, sin apenas movilidad. Hasta el lugar se desplazaron entonces los bomberos con dos martillos percutores, un compresor eléctrico, arneses y cuerdas de escalada.

Durante varias horas se utilizaron todas las herramientas posibles para partir el granito y rescatar al perro. Los dueños pensaron que iban a tener que dejarlo morir, porque tampoco podían facilitarle comida ni agua. Toby pasó la noche del sábado retenido, pero el domingo por la mañana el operativo municipal regresó y probó suerte con otra técnica.

Mediante la introducción de varios cojines hidráulicos poco a poco se fue abriendo hueco entre las rocas. Aseguraron el espacio con cuñas de madera y, tras unas sufridas tareas de rescate, consiguieron sacar con vida a Toby. Su familia todavía no se lo cree y se muestra profundamente agradecida.