El magistrado Joaquim Bosch durante su intervención en El Objetivo. / La Sexta

Tres minutos. Un solo asalto si hablamos en términos de boxeo. Este es todo el tiempo que ha resistido el ideario contra la Ley de Violencia de género que Vox defiende a capa y espada desde su irrupción en la esfera política. Sus argumentos se presumían como un púgil atrevido, osado. Sin embargo, cuando en el rincón de enfrente hay un experto en la materia como el magistrado Joaquim Bosch, sus piernas han comenzando a flaquear y en tan sólo 180 segundos descansaban en la lona.

Tres minutos y tres simples golpes han bastado a Bosch en un combate desigual en El Objetivo de La Sexta. El primero, uno simple, fríos datos. Cerca de 28.000 hombres condenados por violencia machista en 2018. Más de 250.000 en los últimos años. Además, añadía que el 95% de los condenados por violencia en pareja son hombres. Casi el 100% de los condenados por violencia sexual son hombres. Una apertura fulminante.

El segundo, un golpe a la estrategia electoral de Vox. Bosch reconocía como algo natural que la dimensión de estas cifras haya "provocado la reacción del machismo más organizado". Sin embargo, tachaba de "irresponsable" que un partido político "haya instrumentalizado esta reacción en contra para pescar en caladeros electorales".

Y para el final, un gancho directo al pilar del argumentario ultraderchista: las denuncias falsas. Bosch argumenta como, al ser una infracción del código penal, están recogidas en las memorias de la fiscalía, donde se revelan como un ínfimo 0.01% del total. Además, apuntaba que en sus 15 años como juez de instrucción solo se ha cruzado "con siete asuntos de denuncia falsa de violencia de género", mientras que este octubre ha incoado más de 20 falsas denuncias de robo del móvil para cobrar el seguro. Próximamente, Vox luchando por los derechos de las aseguradoras de smartphones frente a las denuncias falsas. Alguien tenía que hacerlo.