"Demuestra la catadura moral de la derecha": indignación tuitera por el doble rasero con el 'caso Koldo' y la pareja de Ayuso

Publicado el 13 de marzo del 2024

Poco le ha durado la alegría a la derecha con el caso Koldo. Mientras se regodeaban con las miserias del PSOE, les ha salido otro caso de corrupción. En este caso, la denuncia de la Fiscalía a la pareja de Isabel Díaz Ayuso.

Y es que el PP ya debería saber que no hay que cantar victoria antes de tiempo, ya les pasó el pasado julio con las elecciones generales.

Lo más llamativo de todo es su actitud según de quién sea el caso. Debe ser que están tan acostumbrados a tener casos de corrupción propios, que la novedad de uno ajeno es un soplo de aire fresco. Es por ello que usan la estrategia del "y tu más" cuando sale a colación lo de la pareja de Ayuso.

La izquierda se posicionó rápidamente para criticar el caso Koldo y pedir que se depuren responsabilidades, aquí la derecha se sumó enseguida a la fiesta para pedir que cesen hasta al apuntador.

Ahora, la izquierda vuelve a hacer lo propio con el caso de la pareja de Ayuso, pero aquí la derecha ha optado por negar la mayor y desviar la atención: "Sí, sí, pero lo de Koldo…".

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Según la derecha, de lo de Koldo estaba al tanto hasta el fontanero de Pedro Sánchez. Pero Ayuso no tenía ni idea de dónde salía el dinero de su pareja o el de su hermano. El típico caso del conocido síndrome "infanta Cristina".

Con estos casos, se ve quién condena la corrupción venga de donde venga y quién lo hace sólo si le sirve a su partido. A Pablo Casado lo fulminaron cuando tuvo su momento de iluminación y dio la hora bien dos veces el mismo día al denunciar a Ayuso, así que tampoco sorprende mucho la actitud de la derecha.

La denuncia de la Fiscalía a la pareja de Isabel Díaz Ayuso es por un fraude fiscal de 350.000 euros a través de facturas falsas. También hemos conocido que Ayuso vive en un pisito de un millón de euros y 208 metros cuadrados… que su pareja compró tras el presunto fraude fiscal. Por ahora, la presidenta madrileña ha optado por hacerse la víctima y denunciar una supuesta campaña de persecución.