José María Aznar está en contra de muchas cosas. Es un ser reactivo, de temperamento inflamable y mostacho indeleble (¿se han fijado que aunque ya no lo lleve está presente?, ¿ven la sorprendente holgura de su surco nasolabial?, ¿no será que se ha dilatado por el peso de su otrora frondoso bigotón castellano? Síndrome de mostacho vacío, así es como se le denomina a este fenómeno. De nada.

Pero vayamos al grano; este jueves nos hemos enterado de que, entre otras muchas cosas, Aznar está en contra de la creación de un Estado palestino. Es más, duda de su mera existencia. Y es que Aznar solo cree en lo que ve y puede cotejar con sus propias manos, salvo si se trata de armas de destrucción masiva. Ahí no necesita pruebas.

"Yo, por ejemplo, a los que defienden la creación de un Estado palestino ahora… ¿a qué Estado se están refiriendo? Eso no existe", ha dicho este jueves el expresidente del Gobierno durante unas jornadas organizadas por la FAES, ese laboratorio de ideas retrógradas con olor a polilla.

El caso es que Pedro Sánchez ha tenido a bien responderle con lo que viene siendo un zasca que ha causado una cierta reverberación cuya longitud de onda se ha podido escuchar en ambas Castillas.

Existe y existirá.https://t.co/C8vCNCVTM2

— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 4, 2024

Y poco más. El tuit de Sánchez no deja espacio a muchas disquisiciones. Es de una claridad prístina. Como la luna llena, un chupito de ron o un puñetazo en el cielo la boca. No admite muchas reflexiones. Cuando llega, uno no puede más que dejarse llevar bajo su influjo.