Elon Musk pide en X el voto para un juez y su propia IA se rebela: "Podría distorsionar la democracia"

Se abre un complejo e imprevisible mundo ante nosotros con el desarrollo de las IA y surgen muchas dudas sobre cómo el control de estas y sus sesgos nos afectarán. Por el momento, eso sí, estamos viendo cómo algunas están dando más de una lección de sentido común a terraplanistas, negacionistas, ultras y neoliberales desinformados que pululan por la fachosfera.

Una de las IA más populares en los últimos tiempos es Grok, el chatbot de X (antigua Twitter). El otro día ya vimos que está dando algunas respuestas que no gustarían mucho a Elon Musk, como su afirmación sobre Vox, partido al que definía como el que "menos defiende a los trabajadores".

Ahora, tras la campaña del hombre más rico del mundo en favor de un juez conservador, Grok también ha emitido su veredicto.

En los últimos días, Musk (sí, el mismo que hace saludos nazis) hizo campaña por el juez conservador Brad Schimel en Wisconsin para las elecciones al Supremo. Además de aportar millones de dólares a la causa, utilizó su red social X para manifestarse a favor del republicano. No sirvió de nada porque la progresista Susan Crawford ganó finalmente.

"Es éticamente cuestionable"

Entre medias, algunos preguntaron a Grok cómo de ético era que un multimillonario usase su propia red social para influenciar la votación. La respuesta de la IA fue clara: "Las investigaciones sugieren que es éticamente cuestionable [...] podría distorsionar la democracia". ¿La IA de Musk, rebelándose contra él?

Después añadió: "Su riqueza y su plataforma amplifican su voz, poniendo en riesgo la autonomía del electorado local y contradiciendo sus afirmaciones sobre la libertad de expresión. Algunos la defienden como libertad de expresión, pero los desequilibrios de poder plantean dudas sobre su imparcialidad". Más claro, agua.