Un grupo mayoritario de países, entre ellos España, han exigido hoy que la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) ofrezca soluciones a la carestía y al consiguiente encarecimiento de los alimentos.

"España y muchos otros países pedimos aprovechar la ocasión de la revisión de la PAC para mejorar la situación de los precios y de la escasez de alimentos en el mundo", según ha declarado a Efe la ministra española del Medio Rural y Marino, Elena Espinosa.

Asimismo, España considera que algunas de las medidas incluidas en el proyecto de Bruselas para la reforma, como el incremento del 1% anual de cuotas lecheras "no son suficientes para el sector".

Los ministros de Agricultura de la UE empezaron hoy los debates sobre la propuesta legal para la revisión o el "chequeo médico" de la PAC, con una discusión en la que alertaron de la importancia de mantener la agricultura europea y no incentivar el abandono, ante el riesgo de reducirse la oferta alimentaria.

Los países enlazaron la reforma con el problema del precio de los alimentos y frente a un grupo grande, en el que entraría España, que defendió la PAC en este contexto, los más liberales (Reino Unido, Suecia o Dinamarca) apuntaron que es un buen momento para liberalizar más las importaciones, según fuentes comunitarias.

Según la ministra española, "el mercado no lo soluciona todo y la PAC tiene un papel importante" y aparte, el Gobierno español "es partidario de ayudar a los países en desarrollo".

Dentro de la revisión de la PAC, Bruselas plantea medidas como la supresión de las cuotas lecheras en 2015 y entre tanto, una subida del 1% en cinco años de esos cupos para acostumbrar al sector y garantizar una mayor oferta.

Por otro lado, Bruselas prevé eliminar las limitaciones al cultivo de cereales mediante el barbecho obligatorio, que hasta el año pasado obligaba al agricultor a dejar sin cultivar un 10% de su superficie de siembra; también plantea el final de la ayuda a las producciones para los biocarburantes.

En el caso de las cuotas lecheras, Espinosa ha manifestado que "si hay una desaparición de cuotas y antes se pretende un aterrizaje suave, los porcentajes propuestos (de subida) son escasos".

Espinosa ha señalado que es "prácticamente imposible" impedir que las cuotas terminen en 2015, porque fue una decisión aprobada en 2003 y hoy no es el asunto que está en discusión.

Entre los países que defienden una mayor subida de cuotas figuran Italia, Holanda o Polonia.

Por otro lado, muchos países, entre ellos España, alertan de que desligar cada vez más las ayudas de la condición de producir, como propone Bruselas, pone en peligro el abastecimiento de alimentos.

Francia, Austria, Finlandia, Irlanda o Luxemburgo están en esa línea.

En cuanto a los recortes de las ayudas agrícolas, para transferir ese dinero a desarrollo rural, España ha indicado que es importante mantener el capítulo de medidas de mercado, en el cual figuran las subvenciones.

La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, ha insistido, en el Consejo informal de Agricultura que termina hoy, en destinar el dinero ahorrado de la PAC a ayudar a los productores de los países pobres.

Francia y Holanda han cuestionado esa idea, mientras que España ha dicho que si bien en el principio "está de acuerdo, los instrumentos deberán discutirse en los próximos meses".