La cultura no es, ni mucho menos, uno de los ejes vertebradores de la acción del actual gobierno del Ayuntamiento de Madrid, comandado por José Luis Martínez-Almeida. Y sus actuaciones en materia de bibliotecas dan fe de ello. 

Desde que empezó la legislatura en 2019, el Ayuntamiento de la capital, en manos de PP y Cs, tan solo tiene previsto la construcción de cinco nuevas bibliotecas. Tres de ellas -en Villaverde, Las Tablas y Montecarlo- ya fueron proyectadas por el anterior equipo de gobierno de Manuela Carmena y dos son nuevas proyecciones de este ejecutivo, en Carabanchel y Villa de Vallecas. Todos estos proyectos son infraestructuras necesarias y demandadas reiteradamente por los vecinos en zonas de reciente desarrollo urbano y con una carencia importante de dotaciones públicas.

Sin embargo, ninguno de estos edificios se ha empezado a construir pese a que los concursos se adjudicaron en 2019. Todos tienen previsto el inicio de las obras entre febrero y julio de 2022, por lo que con toda seguridad no se llegará a poner en funcionamiento ninguna de ellas en el presente mandato.

Bibliotecas reducidas a un 20% de espacio

Pero lo más sorprendente es que Almeida ha reducido drásticamente el espacio que iba destinado a biblioteca en los tres espacios que dejó proyectados Carmena. Tanto en Villaverde, como en Las Tablas y en Montecarmelo, todo el espacio de los futuros edificios iba a ser dedicado a biblioteca. Sin embargo, los proyectos se han modificado sustancialmente y ahora se ha repartido el uso entre biblioteca y centro cultural. Y en la de Villa de Vallecas pasa exactamente lo mismo. 

En concreto, en Villaverde la biblioteca tendrá 642 metros cuadrados y el centro cultural 960. En Las Tablas el espacio de biblioteca será de 470 metros cuadrados por los casi 1.500 de centro cultural. En Montecarmelo 472 de biblioteca y 980 de centro cultural. Y en Villa de Vallecas, la biblioteca ocupará 1.000 metros cuadrados y el centro cultural 2.670. El resto de espacios serán zonas de usos compartidos. Así pues, los espacios que el Consistorio actual pretende destinar a bibliotecas se queda en Villaverde en un 25%, en Las Tablas en un 19%, en Montecarmelo en un 20% y en Villa de Vallecas en un 27%. Una reducción media de un 80% con respecto a lo que planteó el equipo de Carmena.

Así lo admite la propia directora general de arquitectura y conservación del patrimonio del Ayuntamiento de Madrid en respuesta a varias preguntas de Más Madrid. Con respecto a la biblioteca con centro cultural de Carabanchel no aporta datos específicos de cuánto espacio tendrán una y otro. 

Este cambio drástico en los proyectos hace levantar las sospechas en Más Madrid de que la gestión de esos futuros centros culturales acaben en manos de empresas privadas. "Este equipo de gobierno ha puesto en marcha una auténtica contrarreforma, desarticulando iniciativas que habían contado con la colaboración del tejido cultural de la ciudad o, como en este caso, reduciendo a la mínima expresión el plan de equipamientos culturales", denuncia la concejala de Más Madrid, Pilar Perea, a Público.

Para Perea, se trata de una "una auténtica operación 1X2, en lugar de construir los dos equipamientos que los nuevos desarrollos necesitan como agua de mayo, meten biblioteca y centro cultural en el mismo contenedor… y encima primando la dimensión del centro cultural, donde el gobierno de Almeida parece haber visto un nuevo nicho de mercado, mucho más interesante para futuros operadores privados licitadores que las bibliotecas".

Nueva biblioteca terminada en San Fermín

La única biblioteca que fue proyectada por el gobierno de Manuela Carmena y que se ha inaugurado por el de Martínez-Almeida ha sido la que se ubica en el barrio de San Fermín, en el distrito de Usera. Esta biblioteca acaba de abrir sus puertas después de numerosos retrasos en las obras y con el 60% de la construcción hecha ya por parte del anterior ejecutivo.

La nueva biblioteca se sitúa en la avenida de San Fermín, muy cerca de la estación de metro y en una de las arterias principales del barrio. El espacio se distribuye en tres plantas y un sótano unos 2.700 metros cuadrados útiles en un inmueble de forma rectangular. Cuenta con una sala principal de préstamo, sala juvenil, biblioteca infantil, una gran zona de estudio, zona de prensa y publicaciones, la mediateca y áreas de descanso. 

El edificio también iba a albergar un espacio cedido a la Asociación Vecinal de San Fermín pero el Ayuntamiento ha decidido que sea la Fundación Rafael Nadal la que use ese local ubicado en el semisótano de la biblioteca. Decisión que ha indignado a la asociación vecinal. 

Otras modificaciones y proyectos evaporados

Otro proyecto cultural que se ha modificado sustancialmente es la ampliación de la biblioteca musical de Conde Duque, que ha pasado de los 1.900 m2 proyectados en el mandato anterior, a 40 metros cuadrados en el torreón. El Área de Cultura que dirige Andrea Levy ha preferido destinar todo ese espacio a oficinas en lugar de ubicar una colección de instrumentos antiguos.

Hay otras bibliotecas que también se iban a construir y que directamente se han esfumado de los planes de Almeida. Se trata de las de Barajas, Legazpi y Hortaleza. También se desoyen históricas reivindicaciones vecinales, como las bibliotecas en Latina -en el solar de la antigua piscina Miami-, en Ciudad Lineal -solar de la calle Canal de Panamá- o en el antiguo Colegio Arroyo Fresno, en Fuencarral-El Pardo. Incluso, el PP anunció a futura construcción de una en Moncloa y el Área de Obras reconoce ahora que se llevará a cabo porque no dispone de parcela en ese ámbito.

Asimismo, este gobierno de PP y Cs ha modificado otros centros municipales que habían sido concebidos de forma distinta Hace escasas semanas, el alcalde Almeida inauguraba el nuevo edificio municipal que alberga por separado el Centro Cultural Juan Genovés y el Centro Municipal de Mayores Aravaca. El proyecto del equipo de Carmena no contemplaba un centro cultural, ya que en el barrio de Aravaca existe uno. Estaba diseñado para que fuera un centro de mayores con servicios sociales y auditorio. 

A primeros de febrero, Público también informaba de la polémica que rodea la nueva vida que se le quiere dar al Teatro de Madrid, ubicado al lado del centro comercial La Vaguada, en el distrito de Fuencarral-El Pardo de la capital, y que lleva en desuso desde 2011. El equipo de Almeida ha preferido conceder la gestión del centro a la empresa de un sobrino de Amancio Ortega, sin bagaje cultural, mientras que ha desestimado el proyecto presentado por la mayor productora de musicales en España.