Este artículo se publicó hace 5 años.
Santander, un banco con más mujeres
La firme apuesta de Banco Santander por la diversidad de género explica los esfuerzos que está haciendo la entidad por aumentar el peso de las mujeres en los cuadros de mando. Las políticas activas para fomentar el talento femenino empiezan a dar sus frutos con la vista puesta en un claro objetivo: cumplir el compromiso de que las mujeres representen un 30% del equipo directivo en 2025.
Contenido patrocinado
Madrid-
Ana Botín, presidenta de Santander, sorprendió hace unos meses al reconocer abiertamente que "era feminista" y que, consciente de que las mujeres sufren discriminación, consideraba “insuficiente” el porcentaje de representación femenina en los puestos directivos del banco. No es la única vez que Botín ha hecho un alegato a favor de la igualdad de género: “Queremos ser justos y ayudar a las mujeres a tener oportunidades. Es algo que nos interesa a las empresas. Si hombres y mujeres somos igual de listos, deberíamos estar al 50%", señaló con motivo de la presentación de los resultados de 2017”.
El banco está haciendo importantes esfuerzos por impulsar el talento femenino. Y esto a pesar de que es una de las compañías españolas que más puede presumir de impulsar la paridad en sus filas: no sólo es la única entidad española que cuenta con una presidenta al frente, sino que también es una de las compañías del Ibex 35 con mayor presencia femenina en el consejo de administración (5 de 15, lo que supone un 33,3%) y tiene tres mujeres (de ocho puestos) en el consejo asesor internacional. También las mujeres son mayoritarias en el conjunto de los empleados del banco, con un peso del 55%. Sin embargo, sólo ocupan un 20% de los 2.000 primeros puestos directivos de la entidad. Una brecha que la presidenta del Santander se ha comprometido a arreglar.
Aunque desde la llegada de Ana Botín a la presidencia, en 2014, el avance es evidente -entonces apenas representaban un 4,5%-, el banco se ha comprometido a alcanzar el 30% en 2025 y, para ello, ha puesto en marcha políticas activas para acelerar el cambio. Entre ellas exigir que en los procesos de selección uno de los dos últimos candidatos deba ser una mujer. Estas medidas han permitido que el 48% de las promociones realizadas en 2017 -últimos datos disponibles- y el 50% de las incorporaciones júnior fueran mujeres.
También se ha puesto en marcha un programa de mentoring para impulsar el talento femenino interno en el que han participado 400 empleadas. Pero quizá uno de los ejemplos más claros es la última reorganización del equipo de Santander España, realizada el pasado mes julio, para unir las direcciones territoriales con el Popular. La entidad aprovechó estos cambios para dar un impulso a la diversidad y, por primera vez, situar a más mujeres que hombres al frente de las direcciones territoriales. Así, de las trece direcciones, siete de ellas -Baleares, Canarias, Cantabria y Asturias -que se han unificado-, Castilla La Mancha, Cataluña, Galicia, y País Vasco- están lideradas por mujeres.
Además, el banco impulsa acciones, más allá de los programas internos, dirigidas a premiar el talento femenino. Este es el caso de Woman Explorer Award, una iniciativa que forma parte del programa Explorer “Jóvenes con Ideas” para la promoción del talento y el espíritu emprendedor. En concreto, Woman Explorer Award, pretende distinguir y reconocer la participación de la mujer en proyectos de emprendimiento de alto impacto.
Otro ejemplo reciente ha sido el lanzamiento en octubre del fondo Santander Equality Acciones, el primer fondo de inversión en España que apuesta por la igualdad de género. Este producto invierte en empresas que promuevan la paridad en todos los niveles de su estructura, a la vez que presentan fundamentales atractivos para la inversión. Para ello, se establece un doble análisis donde se valora globalmente el comportamiento sostenible de las compañías y su objetivo de favorecer la igualdad de género. Se tienen en cuenta hasta siete indicadores que reflejen la implicación de la empresa en este asunto: porcentaje de mujeres en el consejo de administración, mujeres empleadas, mujeres en niveles intermedios, mujeres en puestos directivos, brecha salarial entre hombres y mujeres, políticas de igualdad de oportunidades y empresas lideradas por mujeres.
Primer puesto en el Bloomberg Gender-Equality Index
Los esfuerzos del Santander tienen su reconocimiento. Así, en 2018 el grupo ha mantenido un año más su presencia en el Bloomberg Gender-Equality Index (GEI), índice de referencia en el ámbito internacional que valora las políticas e iniciativas de las empresas en el fomento de la diversidad, entre sus empleados, clientes y sociedad. Con una valoración total de 93,4 puntos sobre 100, Santander ocupa el primer puesto en este índice de un total de 104 entidades participantes de diferentes sectores (finanzas, comunicación, energía, bienes de primera necesidad, materiales, tecnología, etcétera).
Bloomberg Gender-Equality Index valora muy positivamente aspectos como la diversidad de género, tanto en el consejo de administración y como en la plantilla del banco, la comercialización de productos y servicios específicos para mujeres así como el desarrollo de programas y actividades de inclusión financiera. En este sentido, el grupo desarrolla numerosos programas dirigidos a favorecer el crecimiento inclusivo. Entre ellos los microcréditos, que apoyan el crecimiento de pequeños negocios que no tienen acceso al crédito formal y en los que el banco mantenía al cierre de 2017 un saldo de 150 millones de euros. Los principales destinatarios -en torno al 70%- son mujeres.
Además, Banco Santander cuenta con la certificacion EFR de Aenor, un sello de conciliación e igualdad que reconoce a las empresas que destacan por la aplicación de políticas de igualdad de trato y oportunidades entre sus trabajadores, y de equilibrio entre vida profesional y familiar.
Son muchos los estudios que avalan las ventajas objetivas que aporta la presencia de mujeres en los puestos directivos de las empresas y su impacto positivo en las cuentas de resultados. Según un informe del Instituto Peterson para la Economía Internacional y el Centro de Estudios YE, las compañías que apuestan por el liderazgo femenino aumentan hasta seis puntos porcentuales sus beneficios netos. También estudios de McKinsey Gobal Institute concluyen que, si las mujeres desempeñan el mismo papel que los hombres en los mercados laborales, se podrían agregar 28.000 millones de dólares al PIB mundial anual para 2015.
Para Ana Botín, “además de talento, las mujeres aportan al negocio competencias complementarias a las de los hombres: mejor comunicación interpersonal, cooperación, pensamiento horizontal y capacidad de escuchar de verdad. También mayor empatía y capacidad de priorizar. Ya en 2008 existían estudios que mostraban que, en los grupos de trabajo con una sana mezcla de mujeres y hombres, había mejor comunicación, estaban más abiertos a nuevas ideas y la confianza entre los miembros del grupo era mayor. Y el resultado era más eficiencia, mejor rendimiento. Todos ganamos”.