El fabricante de aerogeneradores hispano-alemán Siemens Gamesa presenta este jueves la estrategia con la que abordará un momento complejo para un sector eólico global en el que el desplome de precios está menguando la rentabilidad de las empresas.

Controlar los costes y exprimir las sinergias de la fusión serán piezas clave del nuevo plan a 2020, con el que el grupo controlado por Siemens buscará calmar a los inversores tras el abrupto arranque de uno de los líderes mundiales del sector.

En menos de un año de existencia, la compañía ha anunciado varias alertas sobre beneficios, un recorte de plantilla de 6.000 empleados y una reducción de su cartera de productos para adaptarse a las exigencias de un mercado cambiante.

La nueva estrategia también intentará apaciguar en concreto los ánimos de Iberdrola, segundo accionista de la compañía.

La eléctrica vasca exigió el pasado otoño cambios en la cúpula directiva de Siemens Gamesa e incluso su presidente, Ignacio Sánchez Galán, ha mostrado públicamente su descontento con la gestión alemana de la empresa.

Desde que se hizo efectiva la fusión el pasado abril, la acción de Siemens Gamesa ha caído de 20,78 a 12,06 euros, un 42%.

Iberdrola y Siemens suscribieron un pacto de accionistas para la fusión eólica por el cual la eléctrica puede forzar el nombramiento de un director financiero de su gusto el próximo otoño.

Siemens Gamesa anunciará nuevas guías financieras para ventas y márgenes. El principal foco del mercado estará en los planes del grupo para revitalizar el negocio de eólica terrestre y en la recuperación de mercados clave como India y Estados Unidos.

"Nuestra preocupación con Siemens Gamesa es sobre el negocio 'onshore', donde... aparte de las diferencias culturales, hay que trabajar mucho para armonizar oferta de productos, diseño, fabricación, etcétera, para sacar partido de la escala frente a sus rivales (General Electric y Vestas)", dijeron analistas de JPMorgan Cazenove en un informe reciente para clientes.

En un encuentro con periodistas la semana pasada, el consejero delegado de Gamesa, Markus Tacke, dijo que el eje central de la estrategia será recuperar la rentabilidad (los márgenes cayeron 3,4 puntos porcentuales en el primer trimestre fiscal) apalancándose en su tecnología, en las sinergias de la reestructuración y en el traslado parcial de los costes a los proveedores.

La transición en varios mercados clave desde un modelo basado en subvenciones a otro de subastas de potencia ha puesto patas arriba a todo el sector eólico, provocando una fuerte erosión en los precios de toda la cadena de valor.

Tacke también dijo que el Día del Inversor abordará la retribución al accionista, aunque no entró en detalles. Las pérdidas netas de 35 millones de euros en el primer trimestre han suscitado dudas en el mercado sobre la sostenibilidad del dividendo.