Según la Plataforma para Acelerar la Economía Circular del Foro Económico Mundial, el uso de recursos materiales en todo el mundo durante el siglo XX se incrementó a un ritmo dos veces mayor que el crecimiento de la población. Con lo cual, si esa tendencia continúa, la demanda de materias primas debería duplicarse en el año 2050 únicamente para mantener los niveles actuales de crecimiento económico.
Este drástico aumento del uso de materias primas intensificará el cambio climático, aumentará muchas formas de contaminación, reducirá la biodiversidad y provocará el agotamiento de los recursos naturales, causando una preocupante escasez de materiales críticos que reducirá la capacidad de recuperación económica y aumentará el riesgo de conflictos.
Solo en Europa se generan más de 2,5 millones de toneladas de residuos al año en el caso de las ciudades, caracterizadas por un estilo de vida que ha evolucionado hacia una sociedad de puro consumo. Y en España los datos no son mejores, y cada persona genera una media de 460 kilos de residuos urbanos, seis veces más que su propio peso medio.
Cuatro pilares imprescindibles
Por estas alarmantes razones y, sobre todo, para que el futuro de la vida en nuestro planeta sea viable, se hace necesaria y obligatoria una economía circular basada en cuatro pilares imprescindibles que favorecerán un aumento del 7% el PIB: ecodiseño, reúso, reciclaje y energías renovables.
Para lograr que la Unión Europea gestione eficazmente y de manera sostenible sus recursos, el Parlamento Europeo ha aprobado una serie de medidas orientadas a implantar la Economía Circular, adoptadas por Telefónica, donde siguen reinventándose cada día para ser más "circulares". Por ello apuestan por aplicar los criterios de la Economía Circular en toda su cadena de valor, con el proveedor como punto de referencia inicial.
El proveedor como aliado
El volumen de compras de Telefónica, de más de 25.200 millones de euros al año, ha llevado a la entidad a concienciarse de que puede hacer mucho por el planeta mientras realiza su actividad. Por eso apuesta por elegir cada día más productos con el menor impacto ambiental posible y pide a sus proveedores respeto por el entorno y la naturaleza.
Los consumidores cada vez tienen más en cuenta en sus decisiones de compra cómo se comportan las empresas en el cuidado del medioambiente y la sostenibilidad, y pagan más por las marcas que promueven un impacto ambiental o social positivo, como refleja el estudio de Nielsen, The Evolution of the Sustainability Mindset.
El 81% de los consumidores mundiales consideran que las empresas deben mejorar en su salvaguarda del medio ambiente y el 43% de los consumidores mundiales sacrificarían la marca por productos amigables con el entorno.
El Ecodiseño, factor clave
Los criterios de ecodiseño ayudan a reducir el uso de materias primas en la fabricación, disminuir el consumo energético del producto y evitar emisiones contaminantes a la atmósfera. Por eso, su aplicación en los procesos de Telefónica han llevado a la compañía a crear productos sostenibles como el Router Smart Wifi, que contiene menos plásticos, metales y otros componentes que un aparato convencional.
Su peso es un 40% menor, lo que reduce el consumo de materias primas y las emisiones de carbono en su fabricación. Además, funciona con un 30% menos de energía, lo que también supone menos CO2 durante su uso.
También la Half SIM Card está fabricada con la mitad de plástico, lo que implica la reducción de 177 toneladas de plástico y 604 toneladas de CO2 en el grupo Telefónica, y supone una mejora en la eficiencia del proceso logístico al reducir el volumen de los contenedores utilizados para su transporte y almacenamiento.
Más con menos
Otro ejemplo del compromiso de Telefónica con la Economía Circular son sus acuerdos de compra de energía renovable a largo plazo (15-20 años). El recurso más utilizado por Telefónica es la energía, y de ahí que los objetivos de la entidad se centren en reducir su consumo y en llegar a ser 100% renovables.
No podemos olvidar el ahorro de papel y agua, tan escasa en nuestro país. Hasta el momento, 99 millones de clientes de Telefónica utilizan facturas sin papel, lo que evita la tala de cerca de 73.000 árboles.
El valor de la basura
El sector de las nuevas tecnologías y las telecomunicaciones está en el punto de mira por el aumento de la basura electrónica que, según Naciones Unidas, suma 50 millones de toneladas al año, de las cuales solo se reciclan el 20%.
Telefónica genera 41.717 toneladas de residuos: cables, tuberías, papel, cartón, baterías, routers, teléfonos de clientes... De ellos, la mayor parte se recicla, aunque el reto es reutilizar más, y también vender para obtener ingresos que repercutan, a su vez, en mitigar el impacto en el medioambiente.
Por ello, para avanzar sin demora, Telefónica implementa en todo el mundo (oficinas, estaciones base, centros de I+D+i...) GReTel una plataforma digital de la compañía ideada para la gestión de residuos, que facilita la trazabilidad completa de los equipos utilizados que se generen en todos los países y contribuye a establecer objetivos globales para promover la economía circular.
Conciencia y reciclaje
El mundo genera basura electrónica equivalente a 4.500 torres Eiffel cada año. Por eso el mejor residuo es el que no se genera y la mejor opción para lograrlo es la reutilización. Es la razón por la que Telefónica trata de prolongar la existencia de los dispositivos, reutilizándolos siempre que es posible.
La entidad recoge cada año en España más de 3 millones de equipos electrónicos que le entregan sus clientes para darles una segunda oportunidad, y de ellos se reutilizan casi la mitad (46%). Si no es posible recuperarlos, se destina a reciclaje el 54% restante.
Por citar un ejemplo, Telefónica reutiliza en un año más de 1,4 millones de routers y decodificadores, y gracias a ello evita la emisión de más de 1.300 tCO2, el equivalente a la energía que consumen 143 casas.
Así se reutiliza
Si el equipo no puede ser reutilizado, la mejor opción es la recuperación de los materiales que contiene a través del reciclaje, ya que el 97% de sus componentes puede tener una nueva vida (72% reciclable y un 25% reutilizable), y en el caso de sus accesorios, el 100%.
El proceso de reutilización o reciclaje de terminales se realiza en cuatro fases:
- Recogida de los dispositivos en las tiendas de Telefónica (teléfonos, routers y decodificadores antiguos) o en el caso del router, también existe la posibilidad de que un técnico lo recoja a domicilio.
- Todos esos equipos pasan después por un taller de reacondicionamiento, donde se realizan las pruebas para determinar cuáles de ellos pueden tener una segunda vida en función de su estado, los materiales que contienen y su antigüedad.
- Una vez realizadas las pruebas, se borran los datos, se reparan e higienizan los equipos que pueden recuperarse y estos pasan a ser reutilizados para evitar la fabricación de productos nuevos, ya sea como dispositivos de segunda mano o dentro de la red de Telefónica.
- Los dispositivos que no pueden ser recuperados se envían para ser reciclados con un gestor autorizado, que aplica el mejor tratamiento disponible en función del tipo de dispositivo, y así contribuye a la reducción del consumo de materias primas y recursos.
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