Allen Weisselberg, antiguo jefe financiero de la empresa de Trump, se ha declarado culpable ante un tribunal de Nueva York de una serie de delitos fiscales que implican a los negocios de la firma del expresidente de EEUU. 

Weisselberg ha trabajado durante décadas para la empresa de Trump, motivo por el que se le considera como uno de sus aliados más fieles. El exjefe financiero ha llegado a un acuerdo con la fiscalía para ser condenado a cinco meses de cárcel, cinco años de libertad condicional y al pago de casi dos millones de dólares.

El fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Brag, ha recalcado que Weisselberg usó su posición en la empresa para "estafar a los contribuyentes y enriquecerse". Este reconocimiento de culpabilidad "implica directamente a la Organización Trump en una amplia gama de actividades delictivas", según ha señalado en un comunicado.

Bragg ha considerado que el testimonio del exjefe financiero será "de un valor incalculable" durante el juicio contra la compañía. El fiscal ha dejado claro que las investigaciones sobre la empresa y sobre el propio expresidente continúan. Weisselberg se declaró culpable de los 15 cargos que se le habían imputado, que incluyen delitos de fraude fiscal, conspiración y falsedad documental.

Trump se enfrenta a varias causas judiciales

El pasado verano tanto la compañía como el ejecutivo fueron acusados de operar durante más de 15 años en una trama de evasión fiscal. La empresa de Trump pagaba a ejecutivos "por debajo de la mesa", dándoles una parte importante de sus compensaciones para así reducir el pago de impuestos.

Weisselberg ha explicado que la empresa pagaba sueldos más reducido a sus empleados, a la vez que se les ofrecía compensaciones que no se notificaban adecuadamente a las autoridades. Este jefe financiero, junto a otros ejecutivos, habría obtenido alojamiento, matrículas para colegios privados y pagos en efectivo para cubrir todo tipo de gastos personales.

El exdirector de las finanzas ha reconocido que se embolsó más de 1,7 millones de dólares por los que no pagó impuestos, tal y como aseguraban los fiscales. La investigación judicial que anda detrás de la Organización Trump, aun no ha conseguido imputar al expresidente de EEUU, que tiene varios casos abiertos con la Justicia.

En Nueva York, Trump se enfrenta a una investigación por las prácticas empresariales de su compañía. La semana pasada tuvo que comparecer ante la Fiscalía General del Estado, aunque se negó a responder a sus preguntas.

El exmandatario republicano vio también recientemente cómo el FBI registraba su mansión de Florida en busca de documentos clasificados que supuestamente se llevó cuando abandonó el poder en 2021, además de enfrentarse a varias demandas por el ataque al Capitolio en enero de ese año.