LA GRANJA (SEGOVIA).- Diputados de Syriza han hecho público este viernes la ruptura con la formación que dirige Alexis Tsipras y la creación de un nuevo grupo parlamentario de izquierdas que, probablemente, bautizarán con el nombre de "Unidad Popular" (Laike Enotika).

Aún no han dado a conocer el número exacto de diputados, aunque el Parlamento griego ha anunciado que se compone de 25 miembros. Los dirigentes del nuevo grupo prevén convertirse en la tercera fuerza de la Cámara, desplazando así a Amanecer Dorado a la cuarta posición.

Katerina Serguidou, hasta ahora secretaria del Comité de Atenas de Syriza, ha explicado a Público que ahora se inicia el proceso para la formación de un nuevo partido que, según apunta, "debería representar a toda la gente que votó no a las imposiciones de la troika y a los chantajes de los acreedores" de Grecia.

En un comunicado emitido esta mañana, la Plataforma de Izquierda, corriente de Syriza donde se engloban estos críticos, asegura que "contribuirá a la formación de un frente amplio, progresista, democrático y antimemorando que participará en las elecciones para imponer la cancelación de los memorandos (con los acreedores)". Una de las personalidades más conocidas de esta corriente es el exministro de Energía Panayotis Lafazanis.

Alexix Tsipras, añade Serguidou, "subestimó el poder popular" e ignoró que "gran parte de la sociedad griega se pronunció en favor de un no hasta el final". Piensa que Tsipras convoca elecciones para dar estabilidad al memorándum de entendimiento con la troika y para eliminar la oposición interna.

Esta política prevé una campaña hostil de los medios de comunicación, "que harán lo posible para que este nuevo partido no entre en el Parlamento", pero se muestra convencida de que obtendrán un buen resultado en las elecciones para las que aún no hay fecha.

Katerina Serguidou.

Para ella, en el actual Gobierno hay ministros "con buenas intenciones" pero que con su política "han traicionado a su pueblo".

"Nosotros no somos responsables de la escisión. El responsable es Tsipras"

Serguidou ha formado parte hasta ahora de la Plataforma de Izquierda de Syriza y recuerda que 30 diputados votaron en contra del tercer rescate. Señala que la dirección del partido decidió firmar el "peor de los memorandos posible". "Vamos a luchar", anuncia, "para demostrar que había alternativa", que tenían un plan para detener los pagos a los acreedores, para nacionalizar la banca, lograr una quita importante de la deuda e impedir que la población tuviera que hacer sacrificios para permanecer en la zona euro.

"Nosotros no somos responsables de la escisión. El responsable es el primer ministro Tsipras, que decidió firmar en contra del mandato del pueblo griego", afirma Serguidou. "Nuestra prioridad ahora es que haya un partido de unidad popular que represente a la gente, a los de abajo", asegura. En su opinión, el referéndum del pasado 5 de julio "ya contemplaba la posibilidad de tener que pasar a utilizar otra moneda diferente del euro", dice. "La gente sabía que tendríamos que pasar dos años muy duros, pero seríamos libres para decidir nuestro futuro".

Esta dirigente de la corriente recién escindida, que ha participado en la Universidad de Verano de Anticapitalistas en Segovia, ha recordado a Público que "Syriza era el fruto de las luchas de un pueblo valiente, que luchó en las calles para que no se aplicara el memorándum y para no dejar en paz a la troika cuando viniera a controlarnos". Ahora, tras la convocatoria de elecciones, antes de la celebración del Congreso de Syriza, la ruptura se ha hecho inevitable, "porque no hay espacio" para los que se oponen al dictado de la troika y eso explica, según ella, que los diputados del nuevo grupo parlamentario se desvinculen e independicen del de Syriza.

"Las elecciones que decidió provocar Alexis Tsipras tienen lugar para enterrar el 'no' del referéndum, las luchas del pueblo contra los memorando y su esperanza", añadía la nota emitida por la plataforma.

La formación de un grupo parlamentario le serviría además para aprovecharse de los privilegios de los partidos con representación parlamentaria de cara a las futuras elecciones.