Convocados este domingo por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que ocupa la presidencia de turno del organismo, los países del G7 "condenaron enérgicamente" el ataque de Irán a Israel y mostraron "su pleno apoyo" a Tel Aviv, además de llamar a la moderación "para evitar una mayor escalada" en Oriente Medio.

La reunión por videoconferencia de los líderes de Italia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Japón, Alemania y Canadá, además de los de la Unión Europea (UE), duró algo menos de una hora y en ella instaron tanto a Irán como a Israel "a abstenerse de cualquier acción encaminada a aumentar la tensión en la región". Israel, mientras tanto, medita su respuesta al ataque de Irán.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, participante en la videoconferencia, manifestó en redes sociales "la condena unánime a este ataque sin precedentes" antes de pedir a todas las partes que hagan "un ejercicio de contención". 

"Continuaremos con todos nuestros esfuerzos para trabajar hacia la desescalada. Poner fin a la crisis en Gaza lo antes posible, en particular mediante un alto el fuego inmediato, marcará la diferencia", añadió Michel tras el encuentro por videoconferencia.

Oriente Medio afronta un momento de máxima tensión después del ataque a Israel por parte de Irán, que lanzó anoche más de 300 drones, misiles y misiles balísticos en lo que supone el primer ataque de ese tipo desde suelo iraní, a la espera de ver cuál será la posible respuesta israelí.  

Posibles sanciones a Teherán

Aunque no se recogió en el comunicado emitido tras la videoconferencia, durante la reunión de este domingo se discutió "con cierto detalle" la posibilidad de declarar a la Guardia Revolucionaria iraní, la responsable del ataque del sábado, como grupo terrorista y también se habló de la posibilidad de imponer más sanciones sobre Teherán, según explicó un funcionario de alto nivel.

Esa posibilidad de imponer sanciones a Irán o designar a la Guardia Revolucionaria iraní como grupo terrorista no aparece en el comunicado conjunto que han emitido al término de su reunión los líderes del G7.

La Guardia Revolucionaria es una rama de las Fuerzas Armadas de Irán creada después de la Revolución Islámica de 1979. Varios países ya han designado a este cuerpo o algunas de sus unidades como organizaciones terroristas.

En concreto, Estados Unidos designó a la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní como grupo terrorista en 2007, y en 2019, bajo el Gobierno de Donald Trump (2017-2021), se incluyó a la propia Guardia Revolucionaria en la lista negra de grupos terroristas.

Canadá ha sancionado en el pasado a varios miembros de la Guardia Revolucionaria iraní y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ya dijo en enero de este año que su Gobierno estaba estudiando formas de incluir a la Guardia Revolucionaria en su lista de organizaciones terroristas.