Israel sigue matando en Gaza y Líbano sin que le tiemble el pulso: la noche pasada al menos 12 personas murieron y 25 más resultaron heridas en un bombardeo israelí contra el campamento de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja. Al mismo tiempo, Israel ha enviado en las últimas horas miles de nuevos soldados —en concreto una nueva división— al sur del Líbano, donde los combates con los milicianos de Hizbulá son bastante intensos.

Un misil israelí alcanzó una vivienda ubicada en el mencionado campamento de refugiados, matando a nueve palestinos y provocando heridas de diverso grado a 25 más. Otras tres personas fallecieron en otros ataques contra el mismo campo de refugiados.

Por otro lado, otra persona murió en un ataque con bomba dirigido contra una mezquita en el sur de Gaza, en la zona de Jirbet al Adas, que está al norte de la ciudad de Rafá, según informó la agencia de noticias palestina WAFA. Las fuerzas de seguridad de Israel también mataron a tiros este lunes a un niño palestino de 12 años durante una operación llevada a cabo en el campamento de refugiados de Qalandia, situado en los alrededores de Jerusalén, en Cisjordania, según denunciaron el lunes las autoridades palestinas.

En Líbano tampoco callaron los misiles y las bombas. Una noche más, Israel bombardeó el sur del Líbano, los suburbios de Beirut y la zona del Valle de la Beqaa, en el este del país, con el fin de destruir infraestructuras de Hizbulá. Más de 2.000 personas han muerto en Líbano en la última semana por estos ataques y 1,2 millones de civiles han sido forzosamente desplazados de sus hogares.

El Ejército israelí informó, además, de que sus fuerzas aéreas mataron en Beirut a otro comandante de Hizbulá, Suhail Husein Huseini, la última víctima de una serie de ataques mortales contra dirigentes del movimiento chií libanés, entre ellos el que fuera su máximo líder, Hasán Nasrala.

Según dijo el portavoz para medios árabes del Ejército israelí en X, Avichay Adraee, "aviones cazas llevaron a cabo una incursión precisa en Beirut" y eliminaron al miliciano, sin especificar qué día en concreto se produjo el ataque. De acuerdo con un comunicado castrense, Huseini se ocupaba "del presupuesto y la gestión logística de los proyectos más sensibles de Hizbulá", como la planificación de ataques de Siria o Líbano, y del traspaso de armas entre Irán y la milicia-partido libanesa. 

Mientras tanto, se suceden los combates a lo largo de la frontera entre Israel y los milicianos de Hizbulá. Los ataques aéreos y las incursiones terrestres del Ejército israelí han tenido como objetivo "múltiples" zonas a lo largo de la Línea Azul (la frontera entre Líbano e Israel), mientras que Hizbulá ha lanzado decenas de ataques para repeler incursiones terrestres de los soldado israelíes e incluso atacar zonas del norte de Israel.

Las quejas de FINUL

Ante la intensidad de los combates, el personal de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) se ha visto obligado a refugiarse desde esta pasada madrugada en búnkeres. "Debido a la situación de seguridad, el personal de la FINUL tuvo que refugiarse en búnkeres desde la madrugada de hoy", ha indicado el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, en una rueda de prensa en la que ha mencionado que las fuerzas de la ONU "han seguido observando intensos intercambios de fuego" desde el fin de semana.

Durante el fin de semana, la misión de la ONU denunció ante las autoridades israelíes actividades de sus militares junto al puesto 6-52, uno de los puestos de vigilancia instalados en la frontera, en Marun el Ras, en el suroeste del Líbano. "Esto es un desarrollo extremadamente peligroso. Es inaceptable comprometer la seguridad de las fuerzas de mantenimiento de paz que llevan a cabo el mandato que les ha encomendado el Consejo de Seguridad", dijo el portavoz de la FINUL. 

En este sentido, Hizbulá ha denunciado este lunes que Israel está usando como "escudos humanos" a los soldados de la FINUL —entre los que hay 650 españoles—  en la zona de Marun el Ras. "El enemigo israelí está tratando de utilizar las fuerzas internacionales de la FINUL como escudos humanos para encubrir su fracaso en avanzar hacia la aldea, especialmente después de sus fallidos y repetidos intentos en más de un eje de avanzar hacia Marun el Ras y la pérdida de decenas de sus soldados muertos y heridos", afirma Hizbulá en un comunicado.

Refuerzo de tropas

Por otra parte, Israel ha reforzado sus tropas en el sur del Líbano. El Ejército informó este martes de que la División acorazada 146 comenzó este pasado lunes a realizar "actividades operativas limitadas, localizadas y específicas" en el suroeste del Líbano, sumándose a otras tres divisiones que ya habían sido convocadas tras la invasión terrestre hace ocho días.

Esto añade miles de soldados adicionales a la ofensiva terrestre de Israel, y según el diario Times of Israel, el número total de soldados desplegados en el Líbano podría ya superar los 15.000.

Se trata de la primera división de reserva en el país vecino, que se suma a tres divisiones permanentes que ya operaban en las áreas centrales y orientales del sur del Líbano: la 98.ª, la 36.ª y la 91.ª, esta última convocada ayer.