Investigadores de Naciones Unidas tratan de verificar las denuncias sobre fosas comunes con cadáveres de migrantes procedentes de un centro de tráfico de personas en Libia. La Misión de Investigación de la ONU ha publicado este lunes un informe en el que también se documentan casos de violación, asesinato y tortura.

Libia es uno de los principales puntos de tránsito para los africanos que intentan emprender el peligroso viaje hacia Europa a través del Mediterráneo, pero muchos de ellos son esclavizados por milicias y traficantes u obligados a prostituirse. 

Varios migrantes han explicado a la Misión de Investigación de la ONU que había "fosas comunes" en la ciudad desértica de Bani Walid. Uno de ellos ha declarado que había enterrado a tres personas en una de ellas. El informe no señala cuántos cuerpos podrían contener las fosas.

Varias mujeres del este de África también declararon que habían sido violadas y abusadas sexualmente. "Si los migrantes que estaban retenidos allí escuchaban la palabra 'Bani Walid', se ponían a llorar. Allí prendían fuego y quemaban los pechos y las vaginas de las mujeres", dijo una mujer migrante a los investigadores este mes en los comentarios impresos que constan en el informe con 18 páginas que se presentará al Consejo de Derechos Humanos de Ginebra esta semana.

Otro migrante sudanés en Sebha dijo al equipo del organismo internacional que le prendieron fuego después que su familia no pagara un rescate. Posteriormente murió a causa de sus heridas.

El informe de la misión, el segundo de tres basados ​​en unas 120 entrevistas entre octubre y marzo, también señaló violaciones que afectan a la transición democrática del país como la intimidación contra activistas. Y expresó su preocupación por las prisiones secretas supuestamente administradas por milicias armadas rivales.

Libia lleva una década de agitación tras el levantamiento de 2011 respaldado por la OTAN. Desde 2020 se ha producido una calma relativa en los combates entre el este y el oeste, pero los esfuerzos respaldados por la ONU para organizar elecciones en el marco de un proceso de paz fracasaron en diciembre, intensificando la crisis política.

El miembro de la misión Chaloka Beyani ha señalado que un experto forense recién nombrado intentaría investigar en profundidad sobre el tema. Beyani, uno de los tres miembros de la misión, también describió la situación de los migrantes en Libia como "muy, muy grave" y pidió asistencia técnica para ayudar al país libio a responsabilizar a los autores. La misión pretende prolongar su trabajo más allá de finales de junio, cuando debe presentar su informe final.