El Tribunal Supremo de Brasil ha aprobado este jueves revocar una ley que hace que los acusados deban ir a prisión después de perder su primera apelación, algo que podría suponer la liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que se encuentra en prisión desde 2018 por cargos de corrupción.

El Tribunal Supremo, que cuenta con 11 miembros, ha aprobado la decisión con 6 votos a favor y 5 en contra de revocar la ley que establece que los convictos comienzan a cumplir sus sentencias después de perder su primera apelación y, en cambio, se les permita agotar el largo proceso de apelaciones antes de cumplir la pena de prisión.

"Por seis votos frente a cinco, el Plenario del Tribunal Supremo considera que el encarcelamiento basado únicamente en una condena penal solo puede llevarse a cabo después de que se hayan finalizado todas las posibilidades de apelación", ha indicado el Supremo a través de su cuenta en la red social Twitter.

Según el Consejo Nacional de Justicia (CNJ), el fallo del Supremo afecta además de a Lula, a cerca de 4.800 presos, entre otros los principales condenados por la investigación de corrupción más grande de la historia brasileña, la conocida como operación Lava Jato.

Lula cumple una pena de doce años de prisión

Lula da Silva cumple una pena de doce años de cárcel por corrupción y blanqueo de dinero. Tras la decisión del Supremo, los abogados defensores del expresidente han anunciado que presentarán una solicitud para liberar "inmediatamente" a Lula.

"La sentencia concluida por el Tribunal Supremo refuerza que el expresidente Lula ha estado encarcelado 579 días de manera injusta e inconsciente (...) como siempre hemos dicho", han afirmado los abogados en un comunicado.

"Lula no ha cometido ningún delito y es víctima de la ley que, en el caso del expresidente, ha sido usada de forma estratégica con el propósito de persecución política", han aseverado.

El exjuez Sergio Moro, quien lideró la mayoría de los juicios de la operación 'Lava Jato' y ahora es ministro de Justicia en el Gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó que eliminar la ley sería un gran revés para la lucha contra la corrupción en el país.

"El proceso legal en Brasil es extremadamente lento, hay interminables apelaciones, tras apelaciones, tras apelaciones...", subrayó finalmente Moro en un evento en Sao Paulo.