Perú vive días convulsos. Lo fue al menos este pasado jueves, con graves enfrentamientos en Lima entre la Policía y los manifestantes que reclaman la renuncia de Dina Boluarte, la presidenta del país, nuevas elecciones y una nueva Asamblea constituyente. La violencia de las protestas también se extendió a otras zonas de Perú, con intentos de tomar los aeropuertos de Arequipa, Cuzco y Juliaca.

Miles de personas se concentraron el jueves en las calles de la capital en la llamada Toma de Lima, después de que en los días anteriores se produjera una gran movilización de manifestantes desde las regiones hacia la capital. Durante la tarde del jueves se registraron graves disturbios en Lima: enfrentamientos entre manifestantes, que tenían planeado llegar al Congreso y a la sede del Gobierno, y las fuerzas de seguridad en diversos puntos de la ciudad, así como la quema de mobiliario urbano, el cierre de parte del transporte público, y el lanzamiento por parte de la Policía de gases lacrimógenos en un esfuerzo por apaciguar las protestas.

Los disturbios más graves tuvieron lugar en la plaza de San Martín, en el centro de Lima. Allí, en una de sus esquinas, empezó a arder una casona del casco histórico, según algunos testigos a causa de una bomba lacrimógena de la Policía que cayó en la azotea, aunque posteriormente el Gobierno lo negó.

En Lima no hubo víctimas mortales pero sí heridos. En otras zonas del país no se puede decir lo mismo, donde la represión policial es mucho mayor que en la capital: en las provincias del interior sí que se puede hablar de muertos. En Arequipa, la segunda ciudad más poblada de Perú, murió un manifestante tras un enfrentamiento entre manifestantes que intentaban tomar el aeropuerto de la ciudad con las fuerzas policiales  con lo que el número de víctimas mortales desde que empezaron las protestas es ya de 55. Los enfrentamientos en Arequipa se desarrollaron durante varias horas y, según pudo constatar EFE, un avión y vehículos blindados de las Fuerzas Armadas participaron en las labores de control del aeropuerto.

Los manifestantes también intentaron tomar los aeropuertos de las ciudades de Juliaca y Cuzco, donde también hubo enfrentamientos entre manifestantes y policías. 

Boluarte señala a los manifestantes

Tras estos disturbios, el Gobierno de Perú prolongó este jueves el estado de emergencia durante 30 días a los departamentos de Amazonas, La Libertad y Tacna tras las protestas antigubernamentales y enfrentamientos de esta jornada. Ahora son siete los departamentos en estado de emergencia, puesto que este domingo el Gobierno extendió esta medida también por 30 días a Lima, Callao, Cuzco y Puno, una medida que se publicó mediante un decreto supremo en el diario oficial El Peruano.

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ratificó que "el Gobierno está firme" y acusó a los manifestantes que piden su renuncia de querer "quebrar el Estado de derecho" en medio de las protestas que este jueves llegaron a Lima, con enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.