Al menos 2.122 personas han muerto y otras 2.421 han resultado heridas en diferentes localidades marroquíes a causa de un terremoto de magnitud 7 ocurrido en la noche del viernes con epicentro a 60 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech. 

Según informó el Ministerio del Interior marroquí, los daños y las personas fallecidas se han concentrado en las provincias y prefecturas de Al Haouz, Marrakech, Ouarzazate, Azilal, Chichaoua y Taroudant. El rey de Marruecos ha declarado tres días de luto por las vícitimas mortales.

La provincia con más muertos es Al Haouz, que registró al menos 1.351, y la segunda es Taurudant, donde el sismo ha dejado ya 492 decesos, según un recuento oficial divulgado a la cuatro de la tarde hora local.

Los heridos, de diversa gravedad, han sido trasladados a centros hospitalarios, indica el ministerio, que añade que también hubo daños materiales en zonas no habitadas.

Interior ha movilizado fuerzas de seguridad y protección civil de todas las prefecturas provincias afectadas, así como los medios necesarios para intervenir y evaluar los daños.

En redes sociales, los marroquíes han compartido numerosas fotos y vídeos en los que se ven edificios dañados y caídos, algunos con personas heridas o aparentemente muertas entre los escombros. Varios edificios de la medina (ciudad antigua) de Marrakech resultaron dañados a causa del terremoto.

Según un boletín de alerta sísmica difundido por el Instituto Nacional de Geofísica de Marruecos, el terremoto de magnitud 7 sacudió la región septentrional marroquí de Marrakech y se produjo a las 23:11 hora local (00:11 GMT del sábado) a 8 kilómetros de profundidad. El epicentro se localizó en la localidad de Ighil, situada 63 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech.

La fuerza del terremoto es tal que los temblores se sintieron en localidades norteñas como Larache, a 550 kilómetros del epicentro, así como en Casablanca y Rabat, a 300 y 370 kilómetros, respectivamente, donde sus habitantes salieron a las calles en prevención de réplicas. 

El terremoto ha sido tan fuerte que los temblores se han sentido, a escala muy reducida, en algunos puntos de la Península Ibérica. El servicio de Emergencias 112 de Andalucía ha informado que durante el suceso recibió llamadas localizadas en Huelva, Sevilla, Málaga y Jaén para alertar del movimiento sísmico. 

"Estaba trabajando en el mercado cuando sentimos el terremoto. Tengo 36 años y es la primera vez que vivo esto. Nos entró miedo y nos fuimos a la plaza para refugiarnos. Dormí allí", ha contado a la agencia EFE Abdulá, un joven de Marrakech que, a primera hora del sábado, sigue sin creer lo que ha ocurrido. 

Como este joven, centenares de personas abandonaron sus casas tras sentir el temblor y se congregaron en plazas a cielo abierto. En Marrakech, una multitud, entre ellas turistas, han pasado la noche en la emblemática plaza de Jemaa el Fna, donde han dormido al raso ante el temor de réplicas.

"De repente empezó a temblar todo y comenzó a salir humo del centro de riad (hotel), así que nos tocó bajar corriendo. Entonces vimos una escena muy dura, con muchos edificios medio derrumbados y gente en el suelo que no sabías en qué estado estaba", relata Pablo, un turista español que visitaba el país con varios amigos y que ha conseguido salvar su vida. 

Las autoridades trabajan sin descanso desde la madrugada del viernes al sábado para salvar el máximo número de vidas que han podido quedar atrapadas bajo los escombros, mientras los heridos no paran de llegar a los hospitales.