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Guerra Rusia-Ucrania La UE y la OTAN 'contraatacan' la invasión rusa con sanciones a Putin y "miles" de soldados en el Este

Occidente teme que las intenciones del presidente ruso van más allá del Donbás y pasan por derrocar al Gobierno ucraniano.

El alto representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell (L), y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg
El alto representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell (L), y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. STEPHANIE LECOCQ / EFE

Era un movimiento impensable hace unos días. Y durante las últimas horas, todavía despertaba ciertas resistencias en algunos socios europeos. Pero tras la escalada bélica de las últimas horas, los europeos dan un salto de altura en su castigo contra el régimen de Putin. Lo meten directamente junto a Sergei Lavrov, su escudero al mando del Ministerio de Asuntos Exteriores, en la lista negra de personas sancionadas.

Los dos mandatarios tendrán a partir de ahora los activos que poseen en suelo europeo congelados. Pero sí podrán viajar a territorio comunitario, entre otros motivos, para poder mantener la vía del diálogo y los canales de comunicación abiertos. Putin es ya el líder de más envergadura sancionado por la UE. Un estatus que solo comparte con Alexander Lukashenko en Bielorrusia y Bashar al Asad en Siria. El paso es simbólico y político. Pero no tendrá grandes consecuencias para los afectados, ya que seguir el rastro de su dinero no será tarea fácil.

El propio Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, ha reconocido que este movimiento es insuficiente para frenar a Putin. Difícilmente lo doblegará o le hará cambiar sus planes en el corto plazo. De hecho, podría tener el efecto contrario y azuzar su ensañamiento con el país vecino. Pero a nivel simbólico es importante. La UE se cuida mucho de llevar su aparato sancionador al más alto nivel. En Nicaragua o Venezuela sanciona a los vicepresidentes, pero no a Nicolás Maduro o a Daniel Ortega. Por ello, Borrell asegura que es la primera vez que se castiga directamente a "personalidades de este nivel".

La medida se suma a la batería de sanciones "masivas" que los europeos articulan con premura desde el inicio de la invasión de Rusia a su vecino. El tiempo de reacción está siendo inusualmente rápido. Pero la propia situación es extraordinaria: el Viejo Continente afronta la situación de seguridad más grave desde la Segunda Guerra Mundial.

La Unión ha penalizado a cerca de 400 personas

En el marco de la crisis actual, la Unión ha penalizado a cerca de 400 personas, que incluyen a los 351 diputados de la Duma que apoyaron la declaración de independencia de Donestk y Lugansk, a otras personalidades próximas a Putin como su ministro de Defensa o a la redactora jefa del canal Russia Today. Y en el segundo paquete cerrado este viernes se han adoptado medidas "sin precedentes" en los sectores estratégicos ruso: energético, de aviación, comercial o financiero con el objetivo de empujar a Moscú al ostracismo internacional y estrangular su pulmón económico.

Los Veintisiete han acordado en solo tres días dos paquetes punitivos. En la mayoría de ocasiones este proceso se prolonga durante semanas o meses. Dada la gravedad de la situación, incrementada por los ataques directos a Kiev, la capital, Bruselas se ha puesto manos a la obra para preparar la tercera batería de sanciones, que podría incluir aislar a Rusia de SWFIT, el sistema de intercambio financiero global. La UE solo ha dado este paso con Irán, pero ahora con Moscú mide sus pasos, ya que su relación comercial saltaría por los aires desatando graves consecuencias también para los Estados miembros.

Zelensky habría dicho a los medios que podía ser la última vez que lo veían con vida

En cualquier caso, los próximos pasos vendrán dados por las acciones de Putin. Y no se anticipan optimistas. La UE y la OTAN intuyen que los planes del Kremlin en Ucrania van más allá del Donbás y pasan por derrocar al Gobierno de Volodimir Zelensky y poner en Kiev un Ejecutivo prorruso. Así lo hace entrever "el mensaje, las acciones y la retórica" del Kremlin, ha reconocido en rueda de prensa el propio Borrell. Los medios suecos recogen que en su videollamada de la última noche con los Veintisiete, Zelensky les habría dicho a los que podía ser la última vez que lo veían con vida.

En este escenario de alerta máxima y situación volátil y maleable, la UE trabaja a nivel interno en dos frentes. Por un lado, buscar vías alternativas al gas ruso, que supone en estos momentos el 41% de todo el que consume. Y, por otro, articular un plan para la acogida de refugiados ucranianos. Con este motivo, los 27 ministros de Interior se dan cita de forma extraordinaria el domingo en Bruselas para explorar vías y consensos en la recepción de personas que huyen de los bombardeos rusos. Cuatro países de la UE comparten frontera directa con Ucrania y los cálculos más optimistas datan en un millón las personas que podrían abandonar el país como consecuencia de la escalada bélica.

La OTAN activa sus tropas de élite

Europa vive uno de los momentos más tensos para su seguridad de las últimas décadas. En este contexto, los 30 aliados se han reunido de urgencia de forma virtual para analizar su respuesta a la agresión rusa. En la cita han dado un paso sin precedentes. La Alianza activa sus fuerzas de despliegue rápido. Es la primera vez que lo hace en el contexto de su defensa colectiva. En consecuencia, "miles" de soldados llegarán "en los próximos días" a "diferentes localizaciones" del Este de Europa. Aunque Jens Stoltenberg, su secretario general, no ha detallado el número ni la ubicación concreta.

Todo ello llega el mismo día en el que Rusia ha amenazado a Finlandia y Suecia, dos miembros de la UE pero no de la OTAN, con consecuencias militares si deciden entrar en la Alianza. Los países mantienen un estatus de neutralidad llamado a mantener una relación estable con Moscú. Pero la agresividad reciente del Kremlin podría aumentar su apetito por solicitar la entrada en el foro de defensa. A nivel político, los mensajes que salen de esta cita se centran en dos: una llamada unánime de Occidente a Putin para que ponga fin a "esta guerra sin sentido", pero también el compromiso de los países aliados a continuar apoyando a Ucrania a través del suministro de armas de defensa. Eso sí, el envío de militares no se contempla.

La tensión, el tono y la incertidumbre sobre lo que en Bruselas califican como un acto de guerra "bárbaro, cínico e injustificado" por parte de Rusia a su vecino aumenta. Y nadie sabe cuál será el desenlace final. "Rusia ha puesto fin a la paz en Europa (…) Putin ha cometido un error estratégico por el que pagará mucho tiempo", advierte Stoltenberg.

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