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Unión Europea Mogherini pide más fondos a los países europeos para evitar la muerte de refugiados

La Unión Europea ha dedicado 4.000 millones de euros a la cooperación con países africanos de tránsito de migrantes, pero la colaboración está en riesgo sin nuevos fondos, advierte la Alta Representante.

Federica Mogherini durante la reunión en Bruselas de los 28 ministros europeos de Asuntos Exteriores. (EFE)

Dedicar más dinero para salvar vidas tanto en el mar como en el desierto. Ha sido la petición de la Alta Representante europea, Federica Mogherini, en la reunión de los 28 ministros europeos de Asuntos Exteriores, que ha tenido lugar este lunes en Bruselas. Mogherini ha advertido que, de no dedicar nuevos recursos, "nos arriesgamos a tener que parar la cooperación con países de origen y tránsito".

Los fondos irían destinados a reforzar el programa europeo de cooperación con los países africanos. La Unión Europea ha invertido 4.000 millones de euros desde 2015 en proyectos para "proteger y asistir" a los migrantes. La jefa de la diplomacia europea defendió que este programa "ha conseguido reducir las llegadas y salvar muchas vidas tanto en el mar como en el desierto". En lo que va de año, ACNUR estima que han muerto 667 personas intentando cruzar el Mediterráneo, un número que es inferior a años anteriores en consecuencia con el descendimiento del flujo migratorio.

La italiana urgía a los países europeos a que "pongan su dinero donde tienen sus prioridades políticas", ante los periodistas a su entrada de la reunión esta mañana. La migración normalmente se discute a nivel europeo entre ministros de Interior, pero han sido Italia y Malta quienes han propuesto su inclusión en la agenda de Exteriores, por la importancia que está tomando la cooperación internacional en la gestión de los flujos de migrantes y demandantes de asilo.

Dinero que puede valer vidas en Libia

280 millones de euros del programa de cooperación europeo han ido a parar solo a Libia, un país cuyo Gobierno carece de control efectivo del país y donde existen milicias rebeldes. La semana pasada, 53 personas murieron en un ataque aéreo contra un centro de detención de migrantes en Tajura, en las afueras de Trípoli, la capital libia. Más de 400 personas han sido evacuadas a unas instalaciones gestionadas por ACNUR en la capital, que se encuentran desbordadas, según la organización.

"Tenemos que mejorar y acelerar el reasentamiento en Libia, Níger y en otros lugares. Tenemos que avanzar en acuerdos sobre la política de aceptación de barcos en puertos", ha dicho la Alta Representante tras la reunión de este lunes.

El ministro de Exteriores, Josep Borrell, ha manifestado el apoyo de España a una solución coordinada con el resto de países europeos al acogimiento de los demandantes de asilo, pero ha defendido que cualquier solución debe basarse en un "justo reparto de la carga de responsabilidad, que no puede establecerse únicamente en criterios geográficos".

Borrell continuaba, subrayando la importancia del problema, aunque no ha anunciado si España realizará alguna aportación adicional al programa comunitario. "Europa tiene que seguir prestando una atención prioritaria a una zona especialmente sensible donde todavía hay zonas muy frágiles que requieren reforzar la capacidad de control de su policía y de su gendarmería, para asegurar una correcta gobernanza de territorios inmensos, con fronteras mal trazadas y una permanente permeabilidad", declaraba.

El programa de ayuda de la UE forma parte de la estrategia de externalización de la frontera que el bloque ha llevado a cabo desde 2015, cuando firmó un acuerdo con Turquía por el que pagaba al país otomano 6.000 millones de euros a cambio de retenerlos antes de que llegaran a suelo europeo y ofrecerles asistencia en su país.

Aunque la cooperación exterior pretende mejorar la situación de los migrantes en tránsito y en origen, para que estos no se vean obligados a emigrar, expertos consultados avisan que este tipo de acuerdos no son la panacea. Otorgar dinero a terceros países a cambio de que se queden con los refugiados hace que los países europeos dependan de la voluntad de Estados del entorno, avisaba Hanne Beirens, directora asociada del Migration Policy Institute, un think tank localizado en Bruselas, durante una entrevista con Publico. "Pueden permitir que las personas se les escapen entre los dedos para poner presión en la UE. Con el acuerdo con Turquía hemos sentado un precedente en pagar grandes cantidades de dinero [para evitar que vengan los refugiados]", advertía.

Los ministros de interiores europeos, que son los que habitualmente discuten las políticas migratorias, se reunirán el próximo jueves y viernes en Helsinki para discutir la estrategia en materia de migración de la UE.

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