El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, ha expresado este miércoles su "esperanza" en que los trabajos arqueológicos que se están llevando a cabo en la parcela de Montecarmelo, en Madrid, confirmen que allí se encuentran los restos de más de trescientos brigadistas internacionales. Mientras tanto, el Ayuntamiento tiene paralizada la construcción de un cantón de limpieza en dicha zona, que tendría que reubicarse si finalmente se hallara la fosa común.

Martínez también ha señalado que, de no encontrarse restos de brigadistas en las zonas donde se ha autorizado buscarlos, desde Memoria Democrática se plantearían pedir al Gobierno de José Luis Martínez-Almeida que les dejaran intervenir en otras zonas de la parcela, aledaña al cementerio de Fuencarral.

Asimismo, el vecindario de Montecarmelo ya ha expresado su rechazo a la construcción del cantón de limpieza, ya que estaría situado junto al camposanto de Fuencarral y a diferentes centros educativos

"La ley es muy taxativa a ese respecto"

Los restos de más de trescientos brigadistas internacionales yacieron en ese cementerio entre 1936 y 1937, pero en 1941 fueron "arrojados" en "algún lugar de esta parcela de nueve hectáreas", según ha explicado a los medios Andrés Chamorro, miembro de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales. Sin embargo, se desconoce el punto exacto de la fosa, aunque un estudio con georradar ya arrojó anomalías en el terreno que podrían corresponderse con los cadáveres.

"Estamos aquí porque ahora tenemos el permiso. Nosotros queremos hacerlo de buena voluntad con el Ayuntamiento de Madrid. Evidentemente, si no localizamos la fosa aquí, plantearíamos que nos dejaran intervenir en otras zonas con la finalidad de buscarla, porque tiene que estar en los aledaños del cementerio", ha dicho en la visita el secretario de Estado de Memoria Democrática.

Acompañado por diferentes concejales del PSOE en el Ayuntamiento, encabezados por su portavoz, Reyes Maroto, Martínez también ha incidido en que "si hubiera una fosa aquí y al empezar los trabajos (para construir el cantón) se localizaran los huesos, evidentemente se tendría que paralizar la obra, porque la ley es muy taxativa a ese respecto".

Por su parte, Javier Iglesias, director de Arqueoantro, la empresa encargada de la investigación, ha explicado a los medios que al empezar a cavar se han encontrado con un "problema": casi dos metros de profundidad de escombros de obra y de residuos modernos como plásticos. Esto conlleva la necesidad de unos estudios más profundos sobre el terreno, pero "tampoco va a afectar a la búsqueda de la fosa", según el arqueólogo. 

Garantizar las condiciones de seguridad

El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha remitido una carta al secretario de Estado de Memoria Democrática para pedirle que se adopten las medidas "necesarias" para garantizar la "seguridad" de la investigación. El cargo público ha argumentado que, en la noche del martes, un trabajador municipal "pudo comprobar" la presencia de varias personas que "se encontraban dentro de la cinta de delimitación" de los trabajos.

Además de aseverar que estos hechos han sido puestos en conocimiento de la Policía Municipal, el delegado del PP señala que al ser una zona de obras "es preciso garantizar que se cumplan las condiciones de seguridad y salud en el trabajo". Asimismo, considera necesario "evitar que personas ajenas puedan sufrir lesiones", así como alterar los elementos existentes en caso de que finalmente se encuentre la fosa.