La frase estaba escrita en letras muy pequeñas en un enorme mural, una especie de homenaje a la militancia —aparecen en él esbozadas decenas de personas— del tamaño de un autobús, a la entrada de la cafetería y puesto de avituallamiento habilitado en el 41 Congreso del PSOE: "Necesitaremos toda nuestra inteligencia".

La frase puede resumir la receta que pretende aplicarse a sí mismo el PSOE en los próximos tiempos: "Inteligencia", "contención" y "energía positiva". La clave general del cónclave, celebrado en medio de varias investigaciones judiciales, y en un contexto de reproches políticos feroces y sin pausa de la derecha, según resume un veterano dirigente es esta: "Cierre de filas frente el ataque inmoral y salvaje de la derecha". Para otro, el resumen es: "En tiempos de tribulación, mejor no hacer mudanzas".

"Energía positiva", resumió Pedro Sánchez en el arranque del mitin de cierre. "La militancia es el corazón. Nos acosan porque somos una referencia para millones y millones de personas", agregó.

En este congreso, como ya sucedió la pasada campaña electoral, el partido se agarró al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que trató de insuflar "esperanza" y recomendó "contención y paciencia".

Sánchez recogió el guante de Zapatero: "A cada ataque, una política progresista", proclamó. "He meditado mucho qué hacer con mi vida. Si después de siete o diez años me tocaba dar un paso al lado, un paso atrás. He hablado mucho con toda mi familia, que también son víctimas del odio de los odiadores profesionales. Toca dar un paso al frente, no a un lado ni atrás", dijo.

Begoña Gómez no se escondió en los dos días de Congreso. Apareció el domingo en el mitin de cierre del congreso junto a Santos Cerdán y también el sábado por la tarde y recibió numerosas muestras de cariño de los cuadros del partido con los que se fue encontrando. "El tiempo pondrá todo en su sitio", lanzó Gómez.

Sánchez tuvo una entrada, justo después de Gómez y Cerdán, efectista en el acto del domingo. Luces apagadas, los micros a tope emitiendo un latido, que mantenía el suspense, mientras en las pantallas se recogía el logo del PSOE con el icono al lado del corazón. Unas pulseras, que se habían repartido entre la militancia, empezaron sincronizadamente a vibrar y a emitir luces rojas y blancas.

Cientos de Banderas LGTBI+ ondearon también durante el mitin de Sánchez, después de que el partido excluyera a las personas queer y a identidades enmarcadas como 'plus' de sus documentos políticos. 

Los orígenes y los mitos

Una de las imágenes que dejó el Congreso, muy relevante, sobre todo en Andalucía, fue la recuperación para la causa de dos históricos tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre los ERE, los expresidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

El mito de Pablo Iglesias, estuvo presente mediante libros, a la venta en stands, y, sobre todo, con un cómic de Alfonso Zapico, La palabra encendida de Pablo Iglesias, que se podía leer en un mural a la entrada.

En él se recoge una viñeta que recupera la fundación del PSOE en Casa Labra en Madrid: "El 2 de mayo de 1879 asisten a una comida de fraternidad en Casa Labra veinticinco compañeros: dieciséis tipógrafos, cuatro médicos, un doctor, dos joyeros, un marmolista y un zapatero. Nace el PSOE".

El congreso se celebró en Sevilla, Andalucía, tradicional granero de votos del PSOE, hasta que en 2018, justo en las elecciones del 2 de diciembre, perdió el Gobierno autonómico, tras la alianza de PP con Ciudadanos y Vox.

Un combo de fotografías, fundamentalmente de Pablo Juliá, recordaron los años de la lucha por la autonomía en Andalucía a través sobre todo de las peripecias y andanzas de Rafael Escuredo, el primer presidente de la Junta elegido tras unos comicios. Fue en 1982, cuando el PSOE andaluz logró una ingente victoria, 66 diputados de 109 y un 52,77% de los votos.

El 41 Congreso del PSOE se cerró, con los delegados, puño en alto, cantando la Internacional, referencia del movimiento obrero.