Patricia López Lucio fue la periodista que sacó a la luz, en enero de 2015 en Público, las cloacas de Interior del comisario José Manuel Villarejo y la brigada política que dirigía el DAO de la Policía Nacional, Eugenio Pino. Pero su primera gran exclusiva de este tema fue publicada un mes antes, en diciembre de 2014, cuando reveló la falsificación sin precedentes del DNI del Pequeño Nicolás; una falsedad en documento oficial que se cometió en 2012 desde el interior de una comisaría y que es el delito por el que ese famoso estafador puede acabar ahora en la cárcel.

Francisco Nicolás Gómez Iglesias se sienta en el banquillo, en su segundo juicio de este mes en la Audiencia Provincial de Madrid, por la trama que urdió para que un amigo del colegio se presentase por él al examen de Selectividad, en 2012, esgrimiendo un DNI falso a nombre del Pequeño Nicolás pero con la foto cambiada.

Y lo más grave de este inusitado caso es que ese documento nacional de identidad electrónico se falsificó en una terminal de la comisaría del distrito madrileño de Tetuán, así que contaba con todos los elementos oficiales de autenticidad material y los códigos de autentificación que lo hacían indistinguible de uno verdadero.

El 15 de diciembre de 2014, Patricia López desveló en este diario esa inusitada falsificación, mostrando las imágenes de los dos DNI idénticos (salvo la foto) que fueron emitidos en 2012 con sólo instantes de diferencia por el mismo número de equipo (el 28391Y6D1). Además, reveló que un año después (2013) desde la misma terminal se generó un nuevo documento de identidad a nombre de Gómez Iglesias pero con una dirección, que no le correspondía, en el selecto barrio de El Viso.

Todo ello demostraba que esas falsificaciones se habían cometido con complicidad interna en el seno de la Policía Nacional, un hecho que no tenía precedentes y que, tirando del hilo, llevó a Público a descubrir el entramado de Villarejo que dio en llamar "las cloacas de Interior". Año y medio después confirmadas con la más importante exclusiva de esta saga: las grabaciones secretas del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en su despacho oficial.

Campaña de Villarejo con sus periodistas afines

Sin embargo, en un primer momento gran parte de los medios de comunicación pusieron en duda la veracidad de la exclusiva de los DNI falsos del Pequeño Nicolás y el propio Villarejo movilizó a sus periodistas afines en una campaña de desprestigio y de bulos –como que los documentos le fueron facilitados a la periodista por la Unidad de Asuntos Internos, con la que Patricia López no contactó hasta meses después de conseguir la exclusiva– que puso en evidencia a la cloaca mediática.

En realidad, la Dirección General de la Policía abrió una información interna sobre esos DNI falsificados al día siguiente de la publicación de la exclusiva en Público, y poco después el juez que llevaba el caso Nicolás en el Juzgado de Instrucción Nº2, Arturo Zamarriego, emprendió diligencias de investigación sobre el turbio asunto, en vista de que "existiría una evidente manipulación de un documento oficial y que sólo puede hacerse con ayuda de un funcionario de Policía".

Todo ello desmintió a la cloaca periodística, y la campaña de calumnias públicas de Villarejo se intensificó con la colaboración de varios grandes medios y la participación de destacados aliados en Prensa y TV del comisario, hoy célebre y entonces prácticamente desconocido.

Nicolás dio instrucciones en un chat para encubrirlo

En el juicio que ahora se celebra, la Asociación de Policía Municipal Unificada de Madrid (APMU) ejerce como acusación popular (solicita cinco años de prisión para Gómez Iglesias) y la Fiscalía acusa al Pequeño Nicolás de haber recurrido a la agente de policía O.P.R. para que emitiera un DNI con sus datos pero la foto de su amigo M.A.S., al que gratificó económicamente para que se presentara al examen en su lugar.

El joven estafador incluso utilizó un chat llamado "Selectividad" para instruir a alumnos del instituto Ortega y Gasset que se presentaban al examen en la misma convocatoria de cómo tenían que encubrir la suplantación de personalidad:

"Como me vais a encubrir a mi amigo, darme vuestro DNI... para portarme bien con vosotros...", "soy amigo de comisarios...", "no se enteran, de hecho en el DNI aparece su cara(...) y el tío más o menos se parece, así que lo llamáis Fran, y punto".

Promesa de empleo a una hija del jefe de estudios

En el informe que elaboró en 2017 la comisión judicial del caso Nicolás, que firmó el exjefe de Asuntos Internos Marcelino Martín-Blas –destituido por Pino cuando se puso a investigar a Villarejo–, relataba la trama urdida por el Pequeño Nicolás y precisaba que llegó a implicar al que era jefe de estudios del instituto Ortega y Gasset, prometiéndole empleo para sus dos hijas y para la pareja de una de ellas.

Goméz Iglesias llegó incluso a crear una cuenta de correo electrónico falsa para hacerse pasar por el presidente del Grupo Pascual, Tomás Florencio Pascual, y escribir a la hija del jefe de estudios del Ortega y Gasset asegurándole un puesto de trabajo. No obstante, la jueza que cerró la instrucción del caso Nicolás no procesó a ese responsable del centro.