La fundación FAES, que preside José María Aznar tiene sus filias y sus fobias: si a Albert Rivera le tira los los tejos, a Podemos le condena a los infiernos. Coincidiendo con el 40º aniversario de las primeras elecciones democráticas tras la Guerra Civil, la FAES ha emitido un comunicado en el que, con la excusa de esas elecciones de 1977, carga con dureza contra la formación morada.

Justo un día después de la moción de censura de Unidos Podemos contra Rajoy, FAES considera que la operación política en la que se "alinean" Podemos, ERC y Bildu busca "reconstruir el enemigo" que los españoles echaron hace 40 años tras aquellas elecciones de 1977. Incluso FAES se permite el lujo de advertir al PSOE de que si la "mayoría alternativa" que buscan está con populistas, independentistas y "portavoces del terrorismo", deberían aprovechar el congreso que celebrarán este fin de semana para "pensárselo dos veces".

"En aquel día de junio de 1977, los españoles con su voto, y con el respeto al sufragio, deconstruyeron el enemigo que tantos habían visto en otros españoles y se reconocieron como ciudadanos", asegura la fundación que preside José María Aznar, coincidieron con el 40 aniversarios de las primeras elecciones democráticas.

Un día después de la moción de censura, FAES alude a la mayoría alternativa que el PSOE se mostró dispuesto a construir en el Parlamento para desmontar las políticas del PP y emplaza a los socialistas a reflexionar si lo que quieren es "dividir a los españoles" y "reconstruir al enemigo", ese que "los españoles que votaron hace 40 años decidieron que no se volvería a reconocer".

"La reconstrucción del enemigo, ya sea en nombre de 'la gente' o de supuestos derechos nacionales, es precisamente la operación política para la que se alinean los populistas, los independentistas y los portavoces del terrorismo que hablan en el Parlamento sin rechazar los crímenes de ETA, esa banda elogiada por Pablo Iglesias como adelantada en la lucha contra la Constitución. Si estos son los mimbres de la 'mayoría alternativa' que buscan los socialistas, tal vez deberían aprovechar su próximo congreso para pensárselo dos veces", dice FAES.

Según en análisis de la fundación, reconstruir la imagen del enemigo en otros españoles es "deshacer la Constitución", no sólo en su letra, sino en su espíritu "más profundo" y "añorar los episodios más estériles y sangrientos" de la historia de España todavía reciente.

A su entender, por graves que sean los problemas que afronta la sociedad española, desde los efectos de la crisis económica a la lacra de la corrupción, no son más graves que los que se tuvieron que afrontar en el comienzo de la democracia. Entonces, añade, esos retos se acometieron con "actitudes cívicas, con sensatez y generosidad".

"Ridícula arrogancia" de Iglesias

FAES cree que es conveniente insistir en ello ante "la ampulosa pedantería" de quien se sube a la tribuna del Congreso con pretensiones de erigirse en juez de la historia de España y, "poniéndose campanudo con su característica y ridícula arrogancia, pretende decidir cómo pasarán a la historia este o aquel personaje".

Durante el debate de la moción de censura, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró que Adolfo Suárez pasaría a la historia como el presidente de la Transición; Felipe González como el presidente de la modernización; José María Aznar como el presidente de la "mentira, la guerra y el pelotazo"; José Luis Rodríguez Zapatero, a pesar de sus "notables avances sociales", lo haría como el presidente "de la crisis"; y Mariano Rajoy como el presidente "de la corrupción".

Segun FAES, en el debate de moción de censura presentada por Podemos, si algo ha quedado "meridianamente claro" es que los que han secundado la iniciativa de Pablo Iglesias —Podemos, ERC y Bildu— y "alguno de los que se han abstenido", tienen por objetivo "dinamitar la Constitución y, como medio para ello, dividir a los españoles, propiciar su ruptura y reconstruir el enemigo".

Por eso, la fundación de Aznar pone en valor el recuerdo hoy de aquellas primeras elecciones democráticas tras el franquismo porque "toca la responsabilidad de asegurar que el enemigo que vuelve a reclamar su perverso papel" en la historia "siga fuera, por muy fuerte que aporree la puerta o por muy amenazante que resulte su griterío".