El juez Juan Manuel Sobrino, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Palma, está tramitando la denuncia por delito de odio presentada por la Asociación Memoria de Mallorca y los familiares de Aurora Picornell y las hermanas Pascual contra el presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne (Vox). Esta denuncia surge después de que Le Senne rompiera una fotografía de las republicanas asesinadas en 1937 durante un pleno parlamentario el pasado 18 de junio.

Tras conocer el avance del proceso judicial, Le Senne ha declarado que la denuncia carece de "recorrido" y ha descartado dimitir incluso si es imputado. "No le veo relevancia penal", afirmó, negando cualquier intención de ofender a las víctimas de la represión franquista. Según confirmó Memoria de Mallorca, el juez ha citado a la entidad para el 18 de julio, coincidiendo con el 88º aniversario del golpe de Estado de 1936, aunque se ha solicitado cambiar la fecha debido a dificultades de agenda de algunos denunciantes.

La denuncia argumenta que Le Senne faltó al respeto a la memoria de las víctimas y despreció el dolor de sus familias al romper la fotografía de Aurora Picornell en el Parlament. Picornell, junto con otras cuatro mujeres conocidas como las Rojas del Molinar, fue fusilada durante la Guerra Civil y su cuerpo fue encontrado en una fosa común en 2022. Para Memoria de Mallorca, este acto constituye un desprecio hacia la memoria histórica y un insulto a la ciudadanía que representa el Parlament.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Palma también ha emplazado a Memoria de Mallorca y los familiares de Aurora Picornell y las hermanas Pascual a ratificar la denuncia. Esta acción legal se enmarca en un presunto delito de odio derivado del incidente ocurrido durante la sesión parlamentaria sobre la Ley de Memoria Democrática, donde Le Senne arrancó y rasgó la fotografía exhibida por las diputadas socialistas Mercedes Garrido y Pilar Costa.

Las acciones de Le Senne provocaron la expulsión de las diputadas socialistas y generaron una fuerte controversia política y social en Balears. La denuncia destaca que el gesto de romper la foto de Aurora Picornell y las posteriores declaraciones minimizando el acto han profundizado la división y el malestar en la sociedad mallorquina, afectando gravemente la imagen y el respeto institucional del Parlament.