Manos Limpias, todo por la pasta

MADRID.- La notoriedad alcanzada por el sindicato ultra Manos Limpias en los medios de comunicación, como supuesto adalid de la lucha "contra la corrupción y las injusticias", les ha servido durante años para granjearse ciertas simpatías sociales, cada vez que un presunto corrupto ponía sus reales en el banquillo de los acusados.

Pero la realidad del sindicato de funcionarios Manos Limpias, fundado por Miguel Bernad -histórico ultraderechista de Fuerza Nueva e íntimo de Blas Piñar- poco tiene que ver con comportamientos justicieros honestos. Sus objetivos siempre han estado encaminados desde un principio a combatir a sus enemigos políticos e ideológicos, como las clínicas abortistas, los colectivos gays, los independentistas, Podemos y sus líderes, los jueces que defienden el derecho a la memoria histórica o contra magistrados que archivan sus querellas.

Pero también lógicamente contra el saqueo de las arcas públicas. Y aunque ideológicamente Bernad y sus letrados colaboradores estén mas cerca del Partido Popular que de Pablo Iglesias -obviamente-, lo cierto es que para la extrema derecha nostálgica española siempre será peor un traidor que un rojo.

Por ello, su personación en causas judiciales contra la corrupción y en el más mediático caso Nóos -que afecta singularmente a la infanta Cristina y a su marido Iñaki Urdangarin- va más allá de la simple y pura corrupción. El objetivo de Manos Limpias no es otro, y así lo reconocen ex colaboradores legales de este pseudo sindicato, "que alcanzar la cumbre de la notoriedad mediática para posteriores fines, cobrándose además una pieza singular nada menos que la hija del ahora rey emérito Juan Carlos I", quien para la ultraderecha más rancia representa la traición al "generalísimo" Franco y a su régimen.

Pero obviamente no todo es ideológico. Lo crematístico parece representar un papel fundamental en los objetivos de Manos Limpias. Y es precisamente la mercantilización de la justicia en modo de extorsión la razón que aparentemente se subyace tras la actuación judicial y la caída del salvapatrias Bernad.

Mientras la abogada de Manos Limpias Virginia López bregaba al frente de la causa contra la infanta Cristina y lograba sentarla en el banquillo, Miguel Bernad y sus colaboradores planeaban un pelotazo mercadeando con la situación procesal de la mujer de Urdangarin. No se le ocurrió otra cosa a Bernad, junto a su excamarada camisa azul Luís Pineda Salido, propietario del "holding" mediático, hostelero, financiero Ausbank, que según dice la Fiscalía anticorrupción extorsionar a directores de los grandes bancos españoles la posibilidad de desimputar a la infanta en el caso Noos, previo pago cambio de un pastizal, que la Audiencia Nacional estima en torno a los 3 millones de euros, estableciendo modos de pago. De no aceptar el chantaje, Manos Limpias y ASusbank utilizarían su fortaleza mediática para utilizarla contra ellos. Esta denuncia ha derivado en la detención masiva de hoy y que de facto supodrá el desmantelamiento del sindicato y muy probablemente de Ausbank, ya que la Agencia Tributaria también ha entrado en liza.

Esta situación de mercadeo extrajudical, con graves consecuencias penales, abre las dudas acerca de la desimputación in extremis del ex contable del Instituto Nóos Marco Antonio Tejeiro, a instancias de la abogada del sindicato ultra Manos Limpias Virginia López, cuando ya estaba en el banquillo de los acusados. Tejero pasó de enfrentarse a un buen número de años de prisión de condena a ejercer de entusiasta testigo de la acusación.

El mensaje de Manos Limpias y Ausbank al alimón fue -recreando la situación- "si nos pagáis esta suma os podréis apuntar el tanto ante el gobierno y la Casa Real haber salvado a la infanta y la imagen de la Monarquía". Obviamente los bancos no pagaron y denunciaron de inmediato el chantaje. Pronto los servicios de inteligencia y policiales tomaron cartas en el asunto.

Pero esta no era la primera vez que Miguel Bernad y Luis Pineda han estado metidos supuestamente asuntos semejantes. La amenaza de ser denunciado por Manos Limpias ha sido utilizada en numerosas ocasiones, según consta en diversas causas abiertas a instancias de particulares y empresarios que han presentado las correspondientes denuncias, como ya ocurrió en Totana con el constructor gallego Manuel Núñez.

En la actualidad, Miguel Bernad y su abogada Virginia López están imputados en una causa de blanqueo de capitales por la extracción desde una cuenta bancaria común del BBVA el dinero obtenidos de los perjudicados por AFINSA y FORUM que contrataron los servicios de Manos Limpias para recuperar sus inversiones.

Más de un millar de perjudicados entregaron a Manos Limpias 100 euros cada uno y después los abogados sacaron el dinero en metálico y se repartieron la pasta, en total unos 136.000 euros. Supuestamente Manos Limpias es una organización altruista, que se define a sí misma justiciera del bien común sin animo de lucro y que, por tanto, no cobra por los servicios que presta a su "patria".