El primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha valorado como un "paso adelante" que la Generalitat haya aceptado la autopista B-40, una de las exigencias que planteaba para apoyar los Presupuestos del Govern. Sin embargo, ha afirmado que todavía no hay "un acuerdo cerrado" y ha anunciado que el lunes reanudarán las negociaciones con ERC.

La luz verde a la Ronda Nord -también conocida como B-40 o Quart Cinturó- en el tramo entre Sabadell y Terrassa era una de las exigencias del PSC para apoyar los Presupuestos, que parecen estar más cerca después de semanas de negociaciones, de momento sin frutos.

ERC finalmente ha decidido aceptar la propuesta de un macroproyecto de infraestructuras que, tal y como ha reconocido Pere Aragonès, no es su modelo ni tampoco "lo que el país necesita". Sin embargo, era uno de los obstáculos para sacar adelante unas cuentas que implican un aumento de 3.800 millones, destinados especialmente a servicios públicos esenciales, como la sanidad o la educación, al tercer sector, al tejido productivo -tienen el aval de las patronales Foment del Treball y Pimec y de los sindicatos UGT y CCOO- o al sector cultural.

Illa ya ha avanzado que falta acabar de cerrar cuestiones que también reclaman para votar "sí", como la ampliación del aeropuerto de El Prat. El primer secretario ha reconocido que le ha "sorprendido" la abstención de ERC en la moción al respecto que se ha votado en el Parlament.

Sacar adelante el complejo de ocio y el juego Hard Rock, en Tarragona, completa la tríada de exigencias planteadas por el PSC para apoyar las cuentas, aunque ninguna de las tres depende directamente de los Presupuestos de la Generalitat. JxCat había planteado unas condiciones similares para apoyar unas cuentas que, de no aprobarse, podrían tumbar al Govern. Los comuns, con los que el Govern ya había alcanzado un acuerdo para sacar adelante los Presupuestos, aseguraron que de momento lo mantienen aunque son críticos con el modelo de macroproyectos reclamado por el PSC.