MADRID.- Mariano Rajoy ha bromeado este martes con dos miembros de su Gobierno, los ministros de Interior y de Asuntos Exteriores, sobre las últimas acusaciones de Nicolás Maduro.

El presidente de Venezuela llamó el pasado domingo tachó de "sicarios" a los líderes europeos por las medidas impuestas a Grecia y aludió directamente a Rajoy, al que también criticó por la aprobación de la 'Ley Mordaza', "una ley fascista", subrayando que el presidente del Gobierno y el PP han dado "una puñalada a la democracia" en nombre de Francisco Franco. 

Este martes, tras concluir el saludo a los invitados a la Reunión Especial del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de la ONU en el Pardo, Rajoy ha formado un corrillo con Fernández Díaz y García-Margallo. Entonces, una cámara ha captado el momento en el que los tres comentaban las palabras de Maduro.

Mientras el titular de Interior opinaba que el mandatario venezolano se había pasado con su comentario, Margallo señalaba que siempre que se producían episodios de este tipo, Rajoy le llama para preguntarle qué ha hecho. "Yo nada, le he dicho", aseguraba el titular de Exteriores. Rajoy por su parte, se preguntaba a qué se debía "este tortazo". Ambos ministros lo han relacionado con el viaje de una comisión de senadores a Venezuela donde está previsto que mantengan encuentros con la oposición.

Margallo ha aprovechado posteriormente una rueda de prensa celebrada tras la reunión del Comité para criticar al Gobierno de Venezuela, sobre el que ha declarado que "haría bien" en aceptar recomendaciones y observaciones de organismos internacionales en materia de Derechos Humanos en lugar de criticar normas españolas como la 'Ley Mordaza'.

El ministro se refería así a las amenazas lanzadas a mediados de julio por Maduro de llevar la norma a "todos los escenarios parlamentarios del mundo" para denunciarla al considerar que "viola los Derechos Humanos" porque "prohíbe protestar".

"España es un Estado que defiende los Derechos Humanos y estamos dispuestos a aceptar observaciones. Cuando una organización regional o internacional nos hace una observación, no nos parece una injerencia, sino que la aceptamos y, si nos parece, la adaptamos. Lo mismo creemos que debe hacer Venezuela", ha dicho Margallo.