Los nuevos (terceros) abogados de Juan Carlos I han puesto los puntos sobre las íes en la demanda presentada por Corinna Larsen contra el rey por acoso, difamación y vigilancia ilegal en el primer día de la vista celebrada este martes en Londres.

La examante del emérito reclama 146 millones de euros (126 millones de libras) al ex jefe del Estado español por daños y perjuicios causados por las tres acusaciones. Hasta ahora ni los perjuicios psicológicos, ni el blindaje de sus residencias, ni la pérdida de ingresos por la difamación a hombres de negocios que dejaron de contratarla, se habían cuantificado en cifras concretas.

Ahora el proceso judicial toma otro rumbo. Corinna pide 146 millones de euros y aduce que se ha gastado en propiedades una tajada de los 65 millones que el rey le regaló cuando eran amantes.

La jueza Rowena Collins Rice ha hecho pocas intervenciones a los nuevos abogados de Juan Carlos, que se han estrenado públicamente, pero las escasas veces que ha intervenido han sido cruciales. La primera ha sido para establecer el domicilio permanente de Corinna. Un intento infructuoso. La jueza tiene que decidir en esta vista preliminar que durará cuatro días si los juzgados británicos tienen jurisdicción para juzgar a dos extranjeros (Juan Carlos y Corinna) de presuntos delitos cometidos fuera de Inglaterra o cuyas consecuencias se han sufrido en suelo inglés o fuera del país.

Se trata de saber si los jueces ingleses tienen competencias para seguir con la demanda y celebrar el posible juicio de Corinna contra Juan Carlos I o si acaba aquí el proceso.

Otro tema a resolver en esta vista preliminar es el uso del Whatsapp para notificar la demanda al demandado. "La acusadora afirma que sufría daños psicológicos al mismo tiempo que se embarcaba en una campaña mediática contra el demandado porque él no se había sometido a sus amenazas", dijo Andrew Wolanski, el abogado que dirige la defensa de Juan Carlos y que no se abstuvo de repetir "esto es un revoltijo de inconsistencias y contradicciones".

Imposible establecer el domicilio de Corinna Larsen

No solo han sido incapaces (abogados y jueza) de establecer el domicilio permanente de Corinna, sino que la jueza ha aportado la información que le consta. Según sus propias palabras, Larsen "tiene nacionalidad danesa, ha sido residente en Mónaco y cuenta con propiedades en Inglaterra en las que ha permanecido en algún momento". "Es mujer de mundo", ha intervenido el abogado del emérito, echándole un cable a la jueza.

Corinna acudió al juzgado número 13 del Tribunal Superior acompañada de seis abogados y tres asistentes. Tomó nota de las intervenciones hasta el repetido término mess (revoltijo) que utilizaba el abogado del rey para contestar a sus acusaciones.

En su intervención, el letrado explicó que el ex jefe de Estado y Corinna pasaron del amor a la amistad en 2012 (manteniendo negocios y comisiones para ella) y de la amistad al rencor y el chantaje en marzo de 2019.

"La fecha de 2019 es importante porque ella le chantajea con dame lo que quiero o publico información perjudicial de la familia real, la monarquía y las instituciones del Estado", acusó el abogado del emérito a Corinna durante la vista.

El letrado no dudó en citar a revistas del corazón para demostrar que Corinna "en 2016 dice residir en Mónaco y que esa ha sido su casa en los últimos ocho años, es decir desde 2008".

A su juicio, si Corinna vivía en Mónaco, "allí sufrió las consecuencias psicológicas del acoso y la vigilancia ilegal". Por consiguiente, "los tribunales británicos no tienen nada que decir sobre la demanda", concluyó el abogado de Juan Carlos I.

Esta vista preliminar que podría concluir el caso si la jueza decide que los tribunales de Inglaterra y Gales (Escocia tiene competencias en Justicia) no tienen autoridad para juzgar a extranjeros de presuntos delitos cometidos o sufridos fuera del país, constituye otro obstáculo levantado por el emérito después de cuestionar su inmunidad durante más de dos años.

La inmunidad de Juan Carlos I

El privilegio o exoneración de Juan Carlos I para ser juzgado, o no, en la demanda de Corinna incluye las acusaciones previas al 18 de junio de 2014 cuando abdicó y dejó de ser jefe de Estado.

Por su inmunidad como jefe del Estado español, solo podría ser juzgado de los presuntos cargos posteriores a junio de 2014. Juan Carlos inició su defensa contra Corinna en diciembre de 2020 con la firma de los caros y prestigiosos abogados Clifford Chance.

En julio de 2022, Juan Carlos I se estrenó con el equipo de letrados de Carter-Ruck, bufete que le ganó la inmunidad parcial (hasta la abdicación). Sin embargo, el triunfo no impidió que esta misma firma de abogados lo demandara a finales de 2022 por impago o no cumplir el contrato mercantil.

Ahora es el despacho Velitor Law el que defiende al emérito de Corrina Larsen. De momento, la estrategia del bufete ha sido la de ridiculizar las reclamaciones de Corinna contra Juan Carlos I y "poniendo precio al amor y al desamor". El coste de las vistas preliminares se calcula en dos dígitos de millones de euros que pagan, de momento, las dos partes implicadas.