La esperanza del PNV y del PSE en al menos tres instituciones vascas es el PP. Con la calculadora en la mano, nacionalistas y socialistas –aliados en ayuntamientos y diputaciones– necesitarán contar con el respaldo de la formación conservadora para bloquear a EH Bildu tras el tsunami de votos soberanistas del 28M. También con la máquina de hacer cuentas sobre la mesa, el PP vasco ya ha dicho que PNV y PSE pueden contar con su respaldo para sacar adelante esta operación.

"No nos lo tiene que pedir nadie. Lo más importantes en estos momentos es que un partido antidemocrático como Bildu no gobierne las instituciones en el País Vasco", dijo este miércoles el líder de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, tras una reunión de la junta directiva regional en Bilbao. 

Más allá del carácter altruista de su oferta, el dirigente del PP reconoció que a su partido le gustaría que tanto el PNV como el PSE "cuenten" con su partido a la hora de conformar gobiernos. En cualquier caso, aseguró que no será condición indispensable para llegar a acuerdos.

La pelota pasa ahora al tejado de socialistas y nacionalistas, y no será precisamente en un momento cualquiera: los ayuntamientos se conformarán el 17 de junio, a poco más de un mes de las elecciones generales y con una nueva campaña electoral por delante.

El ofrecimiento de Iturgaiz se basa en el mismo discurso que acompañó a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, durante la campaña electoral: el viejo "Todo es ETA", que en el pasado sirvió para cerrar periódicos e ilegalizar partidos, ahora vale de argumento central para tratar de captar votos en el ámbito conservador.

El PP vasco busca ahora que PNV y PSE validen ese discurso que apunta hacia la criminalización de EH Bildu. Iturgaiz sostiene que EH Bildu es "un partido político antidemocrático que se jacta de llevar a criminales y asesinos en sus listas" contra el que debe mantenerse un "cordón sanitario", tal como afirmó el líder de los populares vascos durante la campaña. 

Los votos que faltan

El caso más sonado es Vitoria, capital de la Comunidad Autónoma Vasca. La candidatura de la izquierda independentista obtuvo allí siete concejales y se situó como primera fuerza, aunque bastante lejos de los 14 que constituyen la mayoría absoluta.

Por su parte, PSE y PNV –en ese orden– obtuvieron seis concejales cada uno. Los socialistas superaron al partido de Andoni Ortuzar en votos, de forma tal que parten con ventaja a la hora de negociar la reedición del acuerdo que ambas formaciones mantienen a nivel de ayuntamientos y diputaciones.

En cualquier caso, los 12 concejales que suman entre los dos partidos resultan insuficientes para alcanzar la mayoría absoluta, por lo que necesitarían el apoyo de otros dos concejales. Ese es exactamente el número que ha logrado Elkarrekin Podemos, pero por ahí no tendrán suerte: la coalición de izquierdas ha dicho que no apoyará a gobiernos que impongan políticas neoliberales y reivindicó la oportunidad de "sacar adelante el primer gobierno de coalición de izquierdas" en las Juntas Generales de Araba y en el ayuntamiento de Vitoria.

La mano del PP

El PP, que en las elecciones del pasado  domingo logró recuperar parte de su electorado tradicional en Vitoria y pasó de cinco a seis concejales, queda así como la única vía de PNV y PSE para evitar que EH Bildu, primera fuerza política en esa ciudad, se haga con el bastón de mando. 

Lo mismo ocurre en el ayuntamiento de Durango. EH Bildu obtuvo nueve concejales en este municipio vizcaíno, mientras que detrás se situó el PNV con ocho y el PSE con dos. El PP, con un concejal, ya ha dicho que apoyará encantado a peneuvistas y socialistas para evitar así un gobierno de la izquierda independentista.

El representante elegido por el PP conoce ya varios salones de plenos: Carlos García, cabeza de lista de los populares en Durango, ha sido hasta ahora concejal en Bilbao y antes estuvo en Elorrio, otro municipio vizcaíno. Fue en este último pueblo donde García hizo algo parecido a lo que prevé hacer en Durango: entonces utilizó su voto para entregar la alcaldía al PNV y bloquear a Acción Nacionalista Vasca, la candidatura abertzale que había ganado en las urnas.

El dirigente popular –conocido además por mantener bloqueados en Twitter a varios usuarios, entre los que se encuentran periodistas– ofrece ahora su voto para impedir que EH Bildu gobierne en Durango. El beneficiado, salvo rechazo expreso, será el PNV. 

En las Juntas Generales de Gipuzkoa –otra institución donde EH Bildu se ha situado en primer puesto con el 36.6% de los votos y 22 representantes, a cuatro de la mayoría absoluta– la pelota también está en el tejado del PP: los populares, con tres representantes y el 6,3% de los votos, pueden inclinar la balanza hacia el lado del PNV –que obtuvo 17 junteros, a los que se sumarían los siete del PSE– y cumplir así con la promesa que esta misma semana hizo Alberto Núñez Feijóo: allá donde puedan harán lo imposible para que EH Bildu no gobierne.